Aunque confiaban en encontrar una solución, los vendedores de la Peatonal Sarandí -intimados por la Intendencia de Montevideo (IM) a abandonar sus puestos de trabajo los primeros días de enero- que concurrieron, representados por Andrea Maubrigadez y Marcelo Tzios, a la reunión con el intendente Daniel Martínez y el secretario general de la comuna, Fernando Nopitsch, se encontraron con que la respuesta “no fue muy positiva”. “No nos cambia la situación”; “la resolución sigue siendo que nos tenemos que ir y no hay alternativa”, dijo Maubrigadez a la diaria.

En setiembre de 2015 los inspectores de la IM recabaron los datos de los vendedores instalados en la peatonal, que eran, en ese entonces, 23. Tal como informaba ayer la diaria, no hubo novedades hasta hace unos días, cuando regresaron para comunicarles que se tendrían que retirar el 2 de enero. Los vendedores, que ahora son 70, solicitaron una prórroga, y las autoridades departamentales les confirmaron que podrían permanecer en sus puestos hasta el 6, cuando finalmente tendrían que desalojar.

Tzios dijo ayer a la diaria que en la reunión se les explicó a las autoridades el perjuicio que significa moverse de lugar, dado que “muchos de nosotros vendemos productos para turistas”. El secretario general de la comuna, dicen, les respondió que “cambiáramos de rubro”. Las autoridades también ofrecieron una garantía “para que nos juntáramos entre diez y alquiláramos un lugar en Ciudad Vieja”, a lo que los vendedores respondieron con la propuesta de trasladarse con sus puestos a la plaza Zabala. La IM no aceptó esa alternativa. “Nos dijeron que ellos mucho no podían hacer, y que en realidad todo dependía de la Junta Departamental”, afirmó Maubrigadez sobre la respuesta de Martínez y Nopitsch. El edil frenteamplista Walter de los Santos, presente en la reunión, les dijo, por su parte, “que se iba a hacer un listado de la gente que somos y que iba a buscar una solución por su lado. Crear una nueva norma, apoyándonos para ver si nos podemos mantener acá”.

Los vendedores de la peatonal se mantendrán en sus puestos de trabajo hasta el 6 de enero, cuando, una vez desplazados, optarán por “manifestar pacíficamente lo que sentimos por la pérdida de nuestra fuente de trabajo”, dijeron.