Rory McGreal es canadiense y director de la Cátedra de Recursos Educativos Abiertos de Unesco, el Consejo Internacional de Educación Abierta y a Distancia y la organización Recursos Educativos Abiertos, además de ser docente de la Universidad de Athabasca, en su país de origen. Se especializa en la llamada educación abierta, corriente que ha tomado fuerza en los últimos años y crece en la medida en que también el uso de internet y diferentes medios digitales se expande entre la población. El experto dio ayer una conferencia en Uruguay, organizada por el Núcleo de Recursos Educativos Abiertos y Accesibles, el Programa de Entornos Virtuales de Aprendizaje de la Universidad de la República, el Consejo de Formación en Educación, el Plan Ceibal y Creative Commons Uruguay.

El académico viene de una universidad abierta en su país, donde no hay campus y a ninguno de los 45.000 estudiantes que integran su padrón se lo puede encontrar dentro de un aula. McGeal señaló que en el mundo actual “hay que tomar la tecnología y no soltarla”, para, de esa forma, “direccionarla hacia donde queremos”. Señaló que en el mundo actual la economía está controlada principalmente por las telecomunicaciones y ya no es posible oponerse a esta nueva economía o hacer como si no existiera. Para el experto, en este “nuevo mundo” el conocimiento es la mayor fuerza de producción, por lo que “los productos intangibles son la base de nuestra economía”. Consideró que el rol de la educación es el de transferir el conocimiento, para lo que consideró sustancial entender cómo funciona el mundo.

El experto fue contra quienes sostienen que para tener buena educación hay que tener pequeños grupos en las aulas, porque aseguró que gracias “al poder de las redes” se puede tener cursos masivos que luego se individualizan, sumado a que se puede tener buena interactividad sin importar las distancias físicas. Según dijo, los salones de clase se crearon porque no había posibilidad de reproducir los documentos escritos en base a los que se estudiaba, que eran compartidos en un salón de clase. A su entender, “la tecnología que más ha destruido la comunidad humana es el libro portátil”, porque después de su invención el acto educativo se podía realizar individualmente y ya no era necesario actuar en comunidad.

Además, señaló que “para llegarles” a los estudiantes, los docentes deben pensar sus clases para que los primeros usen sus teléfonos celulares en ellas, porque ése es un medio de conexión a internet cada vez más extendido en todo el mundo, particularmente entre los jóvenes.

Con respecto a las críticas de quienes dicen que es mejor la educación presencial que a distancia, señaló que no hay evidencia que compruebe que las diferencias en estas metodologías incidan en el logro de los estudiantes. Para McGreal, el mayor desafío en los próximos años será brindar educación a todos los jóvenes, y señaló que, para hacerlo por medio de la educación tradicional, a nivel mundial se necesitaría construir cuatro universidades por semana, por lo que consideró fundamental explorar otras formas de enseñanza. Para ello, planteó la importancia de utilizar recursos educativos abiertos, como textos, videos, audios y juegos. Sostuvo que en todos los casos es importante contar con licencias abiertas, para no entrar en el negocio de grandes empresas que se dedican a elaborar recursos digitales y comercializarlos, con más limitantes para que sus usuarios puedan compartirlos.