El diputado nacionalista Pablo Abdala reunió todas las denuncias que circulan en contra de la Guardia Republicana y las pondrá sobre la mesa hoy, cuando el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, concurra a la Comisión Permanente en régimen de comisión general. Según detalló Abdala, hay denuncias sobre agresiones sufridas por efectivos de la Guardia Republicana por parte de su director, Robert Yroa. Hay denuncias sobre práctica de tiro en condiciones irregulares, “poniendo en riesgo la salud del personal subalterno”. Finalmente, hay denuncias que ya están la Justicia penal por venta clandestina de animales y mercadería en chacras de Florida y San José, que involucrarían a la fuerza. “Es un cuadro muy complejo en la interna de la Guardia Republicana, que está afectando el desarrollo de la función policial. Imperan el miedo y la arbitrariedad, y eso no es deseable ni satisfactorio”, consideró Abdala, quien ya había anunciado su voluntad de convocar al ministro a fines de diciembre. El diputado nacionalista hizo notar que la Guardia Republicana “ha incorporado armamento en cantidades impactantes” y utiliza “armas de guerra”. “La catalogan como la cuarta fuerza armada”, señaló.

Algunas de las denuncias que utilizará Abdala hoy fueron difundidas a fines del año pasado por el programa Santo y seña, que emite Canal 4. Allí varios funcionarios del Ministerio del Interior dijeron que denunciaron “abusos de funciones” en la Guardia Republicana ante Asuntos Internos de la cartera: sostienen que las detenciones e incautaciones realizadas el 15 de agosto durante un operativo contra la caza furtiva en el río Cebollatí fueron arbitrarias. Nueve de los denunciantes fueron sumariados. También se difundió en el programa el relato de un chofer de la Guardia Republicana, según el cual un equipo de esa fuerza estaba entrenando disparando con “fusiles hacia un terraplén precario”, fuera del polígono adecuado, y que una bala le rozó una oreja y le generó “traumatismo en la zona capilar”.

Seis días después de que se emitiera el programa, Bonomi convocó una conferencia de prensa para desmentir las denuncias. “Las afirmaciones de algunos funcionarios que revestían en la Guardia Republicana realizadas en un programa de televisión fueron un rosario de mentiras que no tienen atrás ni un solo elemento probatorio”, manifestó el ministro el 22 de diciembre. Respecto de las prácticas de tiro, Bonomi dijo que “en un cuerpo de elite se estila tirar bajo estrés, se hacen ejercicios y se tira en distintos lugares y ambientes”, y destacó que el médico que actuó en el caso no pudo encontrar ninguna herida de bala.

También desmintió la acusación de peculado y destacó que en el operativo que se desarrolló en el río Cebollatí se detuvo a nueve cazadores furtivos, se incautaron diez carpinchos semifaenados, 12 armas de grueso calibre y tres embarcaciones de las 16 que había en el río. Los detenidos fueron puestos en libertad porque la caza no es un delito sino una “infracción”, señalaron las autoridades. En cambio, los denunciantes sostienen haber sido víctimas de un “invento” de la Guardia Republicana “para quedarse con un bote y motor importado” y varias armas.

Bonomi concluyó en la conferencia que la fuerza “dejó de ser aquella Guardia que se basaba en la represión de manifestaciones públicas y que algunos la consideraban de ‘palo y palo’”, para adquirir carácter nacional como cuerpo que participa activamente en la lucha contra la delincuencia, fundamentalmente en los lugares donde al resto de los cuerpos de la Policía le es más difícil”.