La historia del conflicto arrancó en noviembre del año pasado, cuando el Banco de Previsión Social (BPS) decidió cerrar las 53 camas de internación del Centro de Referencia Nacional en Defectos Congénitos y Enfermedades Raras (Crenadecer), conocido como Sanatorio Canzani, lo que implicaría que se abran 13 camas en el Hospital Policial para la internación de los usuarios del centro. La medida implicaría además que unos 100 funcionarios sean trasladados dentro del centro de salud o a otros sectores del BPS, de donde depende el sanatorio, y que en el Canzani sólo funcionen en principio el servicio de la Unidad de Medicina Embriofetal y Perinatal, el centro recolector de leche humana y una parte del laboratorio.

Después de que se conocieran los planes de las autoridades, que además de un ahorro económico buscaban utilizar capacidad ociosa en el Hospital Policial, el sindicato de trabajadores y los familiares de los niños que son atendidos en el centro de salud mostraron su rechazo a la propuesta. La Asociación de Trabajadores de la Seguridad Social (ATSS) discrepa con la medida porque se entiende que las 13 camas que se destinarán en el Hospital Policial son insuficientes, además de que considera que se trata de una “desarticulación” que irá en contra de la construcción del centro de referencia, que entienden que debería tener todos los servicios en una misma sede y no dispersos en varios centros de salud.

Desde el momento en que se conocieron los desacuerdos, se instaló un ámbito de negociación para buscar acercamientos entre las partes. Ese espacio está compuesto por la ATSS, la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), el Ministerio de Salud Pública (MSP) y el BPS. El viernes transcurrió la penúltima reunión de negociación, antes de que se conozca la determinación final sobre lo que ocurrirá con el centro de salud. Según indicaron a la diaria fuentes que participan en la negociación, el viernes, y por primera vez, el BPS presentó los números de la reestructura que se pretende implementar, que implicaría el gasto de 220.000 dólares mensuales menos, en total unos 2 millones de dólares al año menos que lo que se gasta actualmente. Con respecto a las cifras, la ATSS evalúa que por tratarse de una institución de salud deben analizarse otros aspectos que van más allá del ahorro, como el desarrollo del centro de referencia a nivel nacional para enfermedades congénitas, único en Iberoamérica.

En la reunión del viernes, la ATSS planteó una contrapropuesta al gobierno, que será analizada por las autoridades. El martes se espera que se brinde una respuesta a la propuesta del gremio y que se den por finalizadas las negociaciones. La propuesta de la ATSS plantea la realización de una reestructura no sólo sobre el número de camas sino también sobre aspectos de la organización del servicio de salud. Por ejemplo, con respecto al objetivo de disminuir la brecha de los controles obstétricos de las embarazadas en la salud pública -que no superan el 35%- y la privada -donde llegan a 98%-, el gremio plantea mantener la policlínica del Canzani para trabajar en la captación de los embarazos y realizar el control durante el primer año de vida del niño, pero apuntando a la interinstitucionalidad, y hacerlo en conjunto con ASSE y el programa Uruguay Crece Contigo. Por lo tanto, mientras que desde el gobierno se propuso que no haya más nacimientos en el sanatorio, la ATSS plantea mantener la maternidad priorizando el alto riesgo social de los casos, sumado a una reestructura general que apunta a potenciar el Canzani como centro de referencia.

El gremio de funcionarios sostiene que debido a la complejidad del tipo de pacientes que se trata en el Crenadecer, no es posible basar la reestructura únicamente en aspectos numéricos sobre la cantidad de pacientes atendidos, que según sus cifras asciende a 9.000 y aún no llega a toda la población que requiere ese tipo de atención. Por ejemplo, sostienen que debe ser tenido en cuenta el nivel de atención que requiere cada usuario, dependiendo de la agudeza de la patología.