“Durante el pico de la zafra turística en Carnaval, el vertedero arde en la ciudad de Minas”, escribió el lunes en su perfil de Facebook Ernesto Cesar, edil de Lavalleja de Asamblea Uruguay (Frente Amplio, FA). Relataba que había ido el sábado al Camping Municipal Arequita, complejo turístico con más de 100 parcelas para acampar y cabañas, ubicado a orillas del río Santa Lucía, y que estaba “a tope”. Señaló que pese al calor de 32º “aconsejaban no bañarse” en aguas del Santa Lucía a partir de un fenómeno de conjuntivitis que había aparecido. Vinculó ese hecho con una quema que ocurría en ese mismo momento en el vertedero municipal, ubicado “a escasos kilómetros del lugar”. El edil acompañó el texto con dos fotos de la humareda sobre el cielo azul y habló de los planteos que ha formulado desde 2005 solicitando el traslado del vertedero. “No puede ser una novedad para nadie, ni un secreto a voces, lo inadecuado, contraproducente y nefasto que es el funcionamiento del Vertedero Municipal de Minas a metros del arroyo Campanero, afluente del Santa Lucía”, escribió.

En diálogo con la diaria Cesar detalló que el vertedero se ubica a menos de un kilómetro de la ciudad y a unos cinco kilómetros del camping. Afirmó que la contaminación se sufre por vía aérea y a través de las napas freáticas, puesto que los residuos no reciben un tratamiento adecuado. Comentó que quienes queman son tanto los hurgadores -que ingresan sin límites- como la propia Intendencia Departamental de Lavalleja (IDL), en algunas oportunidades.

Del perjuicio causado por vía aérea da cuenta la organización Minas Respira, que junto al grupo Refundadores Minuanos emitió en noviembre un comunicado público pidiendo soluciones. Los movimientos recordaron que “ya se gastaron más de 60.000 dólares para apagar el vertedero con la promesa de que estaba resuelto”, y señalaron que en esos días la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) y la IDL habían acordado solucionar un incendio grande que ocurrió en ese momento “y concretar un plan de manejo responsable de la basura”. Ahora, a comienzos de febrero, Minas Respira volvió a divulgar las fotos, que no hablan justamente de soluciones concretas.

“Lo primero que tenemos que hacer es arreglar el vertedero municipal, que se prendió fuego hace dos meses y es un gran problema para la ciudad. Teníamos otras prioridades, pero habrá que postergarlas porque ahora esto es primordial”, había declarado al diario El País la intendenta Adriana Peña el 10 de mayo, cuando fue reelecta en su cargo. Peña plantea mantener el vertedero donde está y, por intermedio de un fideicomiso, conseguir fondos para su reparación. Cesar rechazó esta solución y pide que sea reubicado. Dijo que es probable que la propuesta del fideicomiso no sea aprobada por la Junta Departamental, porque no cuenta con el apoyo de los ediles del FA, del Partido Colorado ni de un sector del Partido Nacional, que es el gobernante.

Juan Carlos Falchetti, director de Higiene de la IDL, dijo a la diaria que no tiene a cargo el vertedero municipal -mencionó que todavía no se ha nombrado un referente del área de Medio Ambiente-, pero mencionó los planes que se arrastran de la administración anterior. Comentó que durante la licencia de Peña por la campaña electoral el intendente suplente “hizo una inversión grande, se tapó [un área], se plantó césped, pero los hurgadores vuelven y prenden fuego”. Falchetti mencionó que la obra que se necesita hacer está “trancada” por falta de presupuesto y que la aprobación del fideicomiso depende ahora de la Junta Departamental, puesto que una obra de esa magnitud “sólo se hace con financiamiento externo”. Como sea, aclaró que la propuesta no es trasladarlo.

Cuidado del agua

Consultado sobre la calidad del agua, Cesar comentó que él había replicado el comentario que había escuchado, pero no sabía con certeza cuál era el problema. Falchetti negó que el agua en la que se aconsejaba no bañarse fuera la del río Santa Lucía. Informó que el problema está en la piscina pública que está en el camping de Arequita, así como en el agua que utiliza el complejo turístico, que se toma de un pozo semisurgente. Informó que “en esta época el camping explota de gente; por más que se haga cloración no da abasto”. Dijo que cerraron la piscina porque los análisis arrojaron valores de coliformes por encima de lo permitido. La vaciaron totalmente y se volvió a llenar. Hasta ayer no tenía datos de los resultados de las muestras extraídas durante el fin de semana. Si bien el camping no está directamente a su cargo, afirmó que “se tienen que tomar medidas, la cloración tiene que ser perfecta” y que la solución pasaría por limitar el ingreso de personas o cambiar el mecanismo de cloración.

Reiteró que los problemas no eran en el Santa Lucía, a pesar de la escasa disponibilidad de agua que hay en la zona. Reconoció que están contaminados algunos puntos del arroyo San Francisco, que bordea a la ciudad de Minas. El problema allí también es el saneamiento inadecuado.

Según Cesar, la IDL tiene que coordinar más con la Dinama en el cuidado del río Santa Lucía, de manera similar a como lo está haciendo la Intendencia de Canelones. “La IDL no tiene reglamentación que contribuya al control de la fumigación agropecuaria, de cultivos de soja y forestales, no hay control para que se respeten determinadas distancias del río, y han existido manipulaciones de fuentes de agua de empresas forestales. En la IDL no hay una dirección de Medio Ambiente que se ocupe de estudiar la temática del medioambiente, todo depende de la Dinama y del Ministerio de Salud Pública, que en mi opinión no tienen forma de llegar al meollo del asunto”, acusó el edil.