“Todos los cultos religiosos son libres en el Uruguay. El Estado no sostiene religión alguna”. Así empieza el artículo 5º de la Constitución: en la primera oración se basan las voces que están a favor de que la Intendencia de Montevideo (IM) apruebe que se instale una estatua de la Virgen María en el Puertito del Buceo; la segunda sirve de materia prima para quienes están en contra. La propuesta se anunció el miércoles 10 de enero en el sitio web de la Arquidiócesis de Montevideo y, según publicó ayer El Observador, surgió por iniciativa del arzobispo, Daniel Sturla. La institución religiosa -que se hará cargo de los gastos- informó que la escultura viene desde México y que se planea instalarla en la Aduana de Oribe. El proyecto está a cargo del arquitecto Nicolás Guerra y de la artista plástica Alicia Bauer, autora de frescos y murales que hoy adornan la catedral de Canelones y la iglesia de San José.

La IM envió la resolución el 5 de febrero a la Comisión de Nomenclatura de la Junta Departamental de Montevideo, pero aún no llegó a manos de los ediles. Sí hubo una charla informal entre el secretario general de la IM, Fernando Nopitsch, y algunos ediles del Partido Nacional: el jerarca sondeó el interés pero ellos decidieron esperar hasta hoy, cuando se les entregue el proyecto, para fijar una posición, dijo el edil blanco Javier Barrios a la diaria. Barrios está a favor: es católico, pero sus argumentos no se acercan a Dios: “La imagen de la virgen no atenta contra la laicidad, de la misma forma en que en el nomenclátor de las calles hay nombres de obispos. Si mañana viene un musulmán a pedir un espacio para un monumento, yo estoy de acuerdo”.

Los ediles del Frente Amplio aún no tomaron posición, pero al menos la mitad está en la vereda opuesta. Claudio Visillac, edil oficialista -que se dice agnóstico pero aclara que eso no flecha su opinión-, cuenta que conversó con algunos compañeros -menos de la mitad de la bancada, que suman un total de 18- y que ninguno expresó entusiasmo por el proyecto. A título personal, opina que se vulneraría el artículo 5º de la Constitución: “Es un tema de laicidad; si bien hay antecedentes de administraciones frenteamplistas que han permitido instalar monumentos religiosos en espacios públicos, aprobarlo puede generar hechos que no se pueden frenar”. Para el frenteamplista, que cree que la libertad de culto sólo implica que se permite la práctica de todas las religiones, ya hay bastantes símbolos religiosos en la ciudad (la cruz de Tres Cruces, la estatua de Iemanjá en Parque Rodó), e instalar uno más podría generar más reclamos de otras colectividades: “¿Porque se hizo anteriormente lo tengo que seguir haciendo? Creo que no”.