El Instituto Cuesta Duarte, de la central sindical PIT-CNT, publicó el informe “Empleo y salarios 2015-2016”. Allí se asegura que, aunque se puede afirmar que el año pasado se constató una caída en el empleo, si se considera que entre 2011 y 2014 “nos encontrábamos con cifras 'récords'” de puestos de trabajo, era “previsible” que esto sucediera en una economía que se desacelera. La tasa de desempleo promedio en 2015 fue de 7,5%, casi un punto porcentual por encima del 6,6% registrado en 2014. Igualmente, el informe señala que el “deterioro observado” hasta el momento no tiene los signos dramáticos de otras épocas. Al respecto asegura que sería “positivo” que en 2016 el deterioro “no se profundice”.
En relación con los 134.200 desocupados de 2015, más de 71.500 son mujeres, con una tasa de desempleo femenina de 8,8%. Por otra parte, unos 63.200 son menores de 25 años, “lo que determina una tasa específica de desempleo de 24,2% para este grupo de edad, muy por encima del 4,8% vigente para los mayores de 25 años”. Por último, algo menos de 32.000 desocupados son jefes de hogar.
Con respecto al salario, señala que en el correr de 2015 el salario nominal creció 9,87%. Con una inflación anual de 9,44%, el crecimiento acumulado del salario real en el año fue de tan sólo 0,39%. En promedio, el salario real de 2015 se ubicó 1,56% por encima del de 2014; sin embargo, esta diferencia se fue haciendo cada vez menor. Incluso, señala el informe, en agosto de 2015 el poder de compra del salario se ubicó por debajo del de agosto de 2014, siendo ésta la primera vez que se verificaba una caída de salario real mensual interanual desde hace al menos 12 años.
El Instituto Cuesta Duarte explica esta tendencia por “la trayectoria de los salarios privados”, cuyas variaciones a su vez están fuertemente asociadas a la política salarial y, en concreto, a las negociaciones que se llevan adelante en los Consejos de Salarios, entre otros. “Nadie pensaba que esto se procesaría de manera tan rápida y tan abrupta”, indica el informe. Esto también implica un retroceso en materia distributiva, en la medida en que el aumento de la masa salarial seguramente se ubicará por debajo del crecimiento anual de la economía, que se espera que ronde el 1,5% en 2015 y una cifra similar en 2016.
En lo que hace al ingreso de los hogares, el enlentecimiento del salario real impacta también en la evolución de las pasividades, las que se ajustan anualmente en función del Índice Medio de Salarios. El Cuesta Duarte advierte que “de no mediar cambios en la aplicación de los lineamientos” del Poder Ejecutivo para la sexta ronda de negociación colectiva, “la tendencia a la desaceleración del salario real se agudizará aún más”, la masa salarial “volverá a caer, provocando efectos redistributivos regresivos”. La “única manera” de revertirlo “es adicionar a los convenios aumentos reales en consonancia con el crecimiento de la economía”.