El 13 de marzo se realizarán las elecciones en el Banco de Previsión Social (BPS) y la contienda de jubilados promete ser una de las más atractivas. Sixto Amaro, de la Organización Nacional de Asociaciones de Jubilados y Pensionistas del Uruguay (ONAJPU), buscará mantenerse en el cargo al que accedió en las elecciones de 2011 como candidato de la lista 1. El espacio en disputa es uno de los siete lugares del directorio del organismo: la banca que pertenece a los jubilados. El rival de Amaro será Carlos Sarthou, de la Unión de Jubilados y Pensionistas, a quien ya derrotó hace cinco años por más de 49.000 votos de diferencia. Pero esta vez el acto eleccionario tiene un condimento especial: Sarthou se presenta en la lista 2, en una alianza con Héctor Morales Techera, quien en 2011 obtuvo el tercer lugar con 41.000 votos; de este modo, si se extrapolaran los números de hace cinco años a la situación actual, la diferencia se achicaría a apenas 8.000 votos.

Mientras que Amaro es un ex dirigente sindical cercano al PIT-CNT, Sarthou es militante del Partido Nacional. Lo curioso es que Morales, que está en el tercer lugar de su lista, es integrante de la Coordinadora de Jubilados y Pensionistas del Uruguay y además integró la lista 3060 en las últimas elecciones nacionales por Unidad Popular, como candidato a senador y también a diputado. La primera suplencia estará a cargo de Nicasio D’Imperio, de quien aseguran que es “de origen colorado”. El lunes Sarthou presentó la lista al directorio del Partido Nacional y, tras el encuentro, no faltaron las bromas de que se había formado una “Concertación de jubilados”. “Nosotros no vamos como caudillos o representantes de partidos”, asegura, sin embargo, Sarthou. Sostiene que en la lista cada uno tiene sus propias ideas, pero se armó una serie de reivindicaciones en común, que implican un acuerdo: en caso de que gane Sarthou ocupará el lugar en el directorio por dos años, D’Imperio por uno y Morales por los dos años finales.

Esta lista es muy mal vista en ONAJPU: “Esta vez las opciones que había en 2011 se han juntado: están los representantes más rancios de los terratenientes dueños del país y la extrema izquierda infantil, todos juntos en la misma lista. Como jubilado me da vergüenza ajena”, declaró a la diaria Waldemar González, ex secretario general de ONAJPU y tercero en la lista de esta organización.

Del otro lado, Sarthou sostiene que la representación que ONAJPU ha hecho de los jubilados ha sido demasiado oficialista: “No es una crítica al actual representante [Amaro]. Esto viene de más atrás. Se ha estado demasiado cerca del gobierno en todas las circunstancias. No sé con precisión si hubo alguna discrepancia sonada. Es una afinidad demasiado notoria entre gobierno y representantes sociales, que a muchos jubilados les toca”.

No obstante, González rechazó esas críticas: “Eso es mentira: al gobierno le decimos lo que tenemos que decir, y en el cierre del congreso de ONAJPU dijimos que cuando nos reciben en el Ministerio [de Trabajo y Seguridad Social] en los últimos meses nos abrazan y nos dicen ‘compañeros’ pero no sacamos nada. Al gobierno le decimos que con 8.000 pesos no podemos vivir y ellos nos dicen que no tienen nada mejor”. En ese punto, al menos, hay coincidencia con Sarthou, que afirmó que las jubilaciones mínimas “son demasiado chicas”.

El contrincante de Amaro sostiene que en caso de ganar la elección, cuando haya temas importantes para definir en el directorio “vamos a convocar a todos los grupos que han quedado afuera para que hagan oír su voz; los vamos a invitar porque todos pueden aportar”. Pero según González, las comunicaciones no van a ser con los demás grupos de jubilados, sino con otros. “Nuestra preocupación de fondo es que [en esta elección] la gente sólo tiene dos posibilidades: o vota a un jubilado salido de la interna de los jubilados, o vota a un dirigente político profesional que se lleva el sillón para su partido”.

BPS, AFAP y otros

Sarthou considera que la administración del BPS en los últimos años “ha tenido claroscuros”, ya que si bien han existido “cosas buenas”, muchas personas tienen problemas a la hora de acceder a una jubilación debido a las “pruebas” que se requieren. El postulante quiere que haya aguinaldo para los jubilados, que se elimine el Impuesto de Asistencia a la Seguridad Social y que se cree la figura del “defensor del jubilado”. También sugirió que los hogares de ancianos tengan convenios con la Universidad de la República, para que estudiantes de distintas facultades realicen prácticas allí.

En tanto, González sostuvo que si bien el BPS ha tenido una “mejora tecnológica brutal”, es necesario exigirle mucho más. La apuesta, aseguró, debe ser a una mejor atención, de mayor calidad, hacia los adultos mayores. Agregó que es necesario mejorar el mecanismo de funcionamiento, adjudicación y reparación de viviendas para jubilados.

ONAJPU está institucionalmente en contra de las AFAP. “Además de la crítica ideológica, que comparto, ese modelo de seguridad social de ‘jugátela vos solo con tu platita’ técnicamente tiene un problema central: no cierra y van a tener que dar una jubilación muy baja”, dijo González, que estimó que se trata de un mecanismo que “irá cayendo”. No obstante, admitió que en el país “no existen mayorías” para “cerrarlas”, por lo que debería “rediscutirse” su funcionamiento, y es necesario “que los que las defienden asuman cuáles son sus defectos”.

En la lista 2 tampoco hay simpatía hacia las AFAP, aunque Sarthou admite que hay matices en su interna. “Morales tiene razón en que el régimen anterior era mejor, pero por algo vino éste”, dijo.

El voto en las elecciones es obligatorio para todos los jubilados menores de 75 años, a menos que tengan imposibilidades físicas de votar, estén fuera del país, fuera del departamento en el que deben sufragar o estén “imposibilitados de concurrir a la Comisión Receptora de Votos por razones de fuerza mayor”. La multa por no votar es de 1 Unidad Reajustable: 847 pesos.