Año a año, es frecuente que los espectáculos de carnaval despierten algún tipo de polémica, generalmente a raíz de chistes que resultan ofensivos para ciertas personas u organizaciones. “A comienzos del siglo XX las mujeres se ofendían porque les tiraban un poco de agua. A comienzos del siglo XXI la gente se ofende porque le hacen un chiste. Es lindo ver cómo, a pesar del paso de los años, las tradiciones carnavaleras se mantienen”, aseguró el director de una reconocida murga. Esta vez la polémica no se desató a raíz de un espectáculo en concreto, sino de la escenografía de un tablado en la que se parodia a los trabajadores de la Asociación de Empleados y Obreros Municipales (ADEOM), a los que se compara con los minions, los personajes de la saga Mi villano favorito. Álvaro Soto, presidente del sindicato, considera que la comparación es ofensiva, ya que estos personajes “no piensan y son funcionales a fines medio perversos”. “Si esta gente quisiera divertirse sanamente con nosotros, sin caer en las ofensas, tendrían que compararnos con bichitos sin sentido del humor, como las hormigas de Hormiguitaz, que además de ser aburridas son trabajadoras sacrificadas, igual que nosotros”.

El gremialista también considera “grave” el hecho de que la broma no forme parte de un espectáculo, sino que esté estampada en la escenografía fija de un tablado municipal. “Con esto están dando a entender que los trabajadores somos seres estáticos, que no sólo no se mueven para trabajar, sino que además son inamovibles por su condición de empleados públicos. Ese tipo de verdades no se pueden decir de manera tan frontal”, sostuvo. Pero el mural en cuestión no ofendió solamente a los municipales. Directores de varias murgas se quejaron porque “tal como viene ocurriendo desde 2005, 50% de nuestro repertorio se basa en chistes sobre ADEOM. Con ese cartel atrás recordándonos qué fácil es pegarles a los municipales, nuestro espectáculo queda muy mal parado”.