Alguien que explique esto
El Banco República hizo públicos los gastos en publicidad que realizó en 2014. En televisión ese año puso 5.500 millones de pesos en el Sodre, 4.880 millones en los canales 10 y 12, y casi el doble, 8.454 millones, en Canal 4. En radios invirtió 600.000 pesos en publicidad en las emisoras del Sodre, 490.782 en Monte Carlo, 422.120 en Redoro (varias emisoras del interior y repetidoras de otras montevideanas) y 257.143 en Radio Rural. En otras como Océano o El Espectador apenas puso 51.332 y 38.166 pesos, respectivamente. En los diarios, la mayoría del dinero se lo llevó El País, con 1.878.495 pesos, seguido por La República (960.807 pesos), El Observador (750.300 pesos) y la diaria (270.779 pesos). En los semanarios se invirtieron 328.466 pesos en Búsqueda, 245.073 en Crónicas; 175.680 en Entre Todos (una publicación católica de la arquidiócesis de Montevideo) y 66.802 en Brecha.
En la última década tres jerarcas colorados y más de una decena de funcionarios de OSE fueron procesados por el uso arbitrario de fondos del Estado, lo que incluyóasignación irregular de publicidad oficial. En los últimos años desde la oposición y organizaciones sociales se ha denunciado públicamente la falta de transparencia en el manejo de fondos públicos destinados a publicidad, principalmente durante las campañas electorales. El partido de gobierno manifestó cierta preocupación por regular el tema. Ayer, la Comisión de Constitución, Códigos, Legislación General y Administración de la Cámara de Representantes le dio entrada al anteproyecto elaborado por el Centro de Archivos y Acceso a la Información Pública (Cainfo) y se comprometió a enviar un proyecto consensuado a la cámara para lograr su aprobación antes de fin de año (ver ladiaria.com.uy/pago).
En 2009, Cainfo presentó un anteproyecto de ley para definir y controlar la publicidad oficial, pero no tuvo eco en el Parlamento. En agosto del año pasado volvió a presentar un anteproyecto actualizado con el mismo objetivo, pero esta vez logró el apoyo de cuatro de los cinco partidos políticos con representación parlamentaria. Ayer entró a comisión. Desde el Partido Nacional, el diputado miembro de la comisión Rodrigo Goñi aseguró que “el proyecto no sólo apunta a regular la comunicación oficial para que los temas públicos sean difundidos de mejor manera, también apunta a la buena administración de los recursos públicos”. “Sabemos que el manejo de importantes montos de dinero para la publicidad oficial muchas veces, al no tener reglas claras, ha llevado a desvíos de formas de poder y a una mala administración”, afirmó.
En ese sentido, el diputado frenteamplista, también miembro de la comisión, Darcy de los Santos, señaló que actualmente “hay muchos más oscuros que claros” sobre la publicidad en el país, y este proyecto, al establecer “cómo, para qué y por qué el Estado contrata” permitirá “la profundización de una sociedad más democrática”. El diputado colorado Ope Pasquet señaló “que estamos a unos cuantos años de la próxima elección” y por ende “estamos en las mejores condiciones para hincarle el diente a este tema tan delicado”.
Desde Cainfo, el asesor Gustavo Gómez aseguró que ahora existe “un convencimiento” de la necesidad de regular el tema. Identificó dos razones: darle un “mejor destino” a los fondos públicos para que la gestión sea más “eficiente, transparente y evitar malgastos”. La otra razón tiene que ver con la libertad de expresión; se quiere “evitar la discrecionalidad, porque en alguna medida los gobiernos podrían encontrarse tentados a utilizarlo como premio y castigo”. Por otro lado, Gómez recordó que varios estudios constataron que 95% de la publicidad del gobierno nacional quedaba en manos de medios de Montevideo, y sólo 5% llegaba al interior a pesar de que allí vive el 50% de la población. El proyecto a estudio prevé que al menos 30% vaya a medios del interior, para intentar equilibrar la “distribución tan desigual” que hay. A su vez, señaló que “no es una decisión de gobierno, es un problema que surge a partir de cómo distribuyen la publicidad las agencias de comunicación y las centrales de medios. En el interior, por ejemplo, algunos medios de prensa escrita locales tienen mucha más lectoría que El País. Cobran menos que en Montevideo y no reciben casi dinero”, afirmó.