El año pasado, con la aprobación del Presupuesto nacional, el Consejo de Género -integrado por todos los ministerios, instituciones y organismos del Estado, la academia y organizaciones de la sociedad civil, el PIT-CNT y las cámaras empresariales- trabajó en la definición de ciertas prioridades. En la primera sesión de este año, cada ministerio presentó una actualización de “cómo vienen definiendo sus compromisos concretos”, que serán comunicados el 8 de marzo, en el marco de las celebraciones por el Día Internacional de la Mujer. “El objetivo es trabajar de manera anual, de modo que al cierre del período la sociedad uruguaya pueda hacer un balance sobre lo que se logró hacer, lo que no se pudo llevar a cabo y por qué”, explicó la directora de Inmujeres, Mariella Mazzotti, a la diaria.

La prioridad principal definida en 2015 fue la lucha por una vida libre de violencia de género, para lo que el Consejo Nacional Consultivo de Lucha contra la Violencia Doméstica elaboró un plan a implementar entre este año y 2019, que incluye promulgar una ley integral contra la violencia de género. Consultada sobre la cantidad de muertes por violencia de género -que según la coordinadora Feministas en Alerta y en las Calles llegó a 39 mujeres en 2015-, Mazzotti sostuvo que “es altamente preocupante, sobre todo porque muchas de esas muertes no han llegado a los servicios, a denunciar y a pedir ayuda”. La tarea propuesta en este eje es “afianzar la alianza entre la acción del Estado y la sociedad civil”, para impulsar “que no haya violencia y, paralelamente, fortalecer los instrumentos de protección”. Sobre este punto, Mazzotti calificó la colocación de tobilleras a los abusadores por violencia doméstica como “una medida muy buena”. “Nosotros hemos visto que en aquellos casos en los que se les colocó a los hombres no ha habido muertes”, afirmó.

Un aspecto estrechamente vinculado con la erradicación de este tipo de violencia es el acceso a la cultura sin estereotipos culturales de género. Mazzotti calificó de “fundamental” que el país avance de manera “sistemática e intencionada” hacia proponer cambios culturales respecto de lo femenino y lo masculino, las relaciones entre hombres y mujeres. “Las niñas y los niños no nacen relacionándose en desigualdad, subordinación y con estereotipos rígidos; eso es algo que aprenden más tarde. Basta con ir a las jugueterías y mirar las propagandas de televisión para notar una reproducción de modelos muy anticuados, y eso pasa por la educación y cultura”, sostuvo.

Muerte prematura

El derecho a una vida saludable era la tercera prioridad definida, pero la muerte de una muchacha de 21 años en el departamento de Maldonado, la semana pasada, por la realización de un aborto clandestino llevó a que las autoridades pusieran la mira en este asunto: se trata del segundo caso desde que se aprobaó la Ley de Salud Sexual y Reproductiva, en octubre de 2012.

El ministro de Salud Pública, Jorge Basso, convocó una “reunión urgente y extraordinaria” con la Comisión Asesora de Salud Sexual y Reproductiva para la mañana del viernes, en la que según dijo la subsecretaria de la cartera, Cristina Lustemberg, se actualizaron datos sobre la investigación judicial y administrativa que está en curso. “Vimos todas las dificultades que hoy pudimos tener en la implementación de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, revisando el acceso y la calidad de los recursos humanos junto con los directores departamentales de Florida y de Maldonado”, adelantó.

“Cada departamento tiene su complejidad. En Maldonado hay dificultades de distinto tipo: en algunas localidades el acceso se dificulta por el horario de atención y por cómo te atienden. Estamos viendo cómo complementar recursos humanos públicos y privados, porque en Uruguay no puede haber un retroceso en cuanto a los derechos, particularmente los de la salud sexual y reproductiva. Hay una ley, y nada debe ser más importante para nosotros que garantizar la salud integral de las personas, en este caso, de las mujeres”, afirmó.

Mazzotti dijo que este eje apunta también a “la salud mental y las enfermedades crónicas no transmisibles de las mujeres” e incluye la salud sexual y reproductiva de los hombres. Un cuarto y quinto eje apuntan a la autonomía económica de las mujeres, en especial de las que viven en el medio rural; el derecho a mejores oportunidades de desarrollo en el mundo del trabajo productivo y empresarial; y también al empleo de calidad y al desarrollo de las capacidades laborales.

Existe un eje transversal, que atraviesa a todos los anteriores, que es impulsar un Presupuesto nacional con enfoque de género, pero en el armado del Presupuesto quinquenal sólo algunos ministerios lo llevaron a cabo. Según un análisis realizado por Cotidiano Mujer, los de Educación y Cultura y Salud Pública, así como la Universidad de la República, presentaron “un gran vacío” en la incorporación de la perspectiva de género.

Por otra parte, esa organización criticó que muchos de los organismos que sí incorporaron recursos al enfoque de género no asignaron indicadores para medir los resultados de su implementación. “Primero hay que colocar los recursos en el Presupuesto, y luego hay que avanzar en la construcción de indicadores y del registro. Estamos apenas en la primera parte, tratando de que haya una línea presupuestal de igualdad de género, trabajando en la capacitación de los planificadores de presupuesto para que podamos avanzar en el momento de hacer las rendiciones de cuentas”, estableció Mazzotti, consultada al respecto.