Después de la asunción de Elizabeth Ivaldi y Robert Silva, los nuevos representantes de los trabajadores en el Consejo Directivo Central de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), ayer fue el día de los consejeros por los docentes en el Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP) y en el Consejo de Educación Secundaria (CES). En ambos casos, en noviembre fueron electos los candidatos propuestos por la Federación Uruguaya de Magisterio y la Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria, respectivamente. Además, hoy asumirá su cargo en el Consejo de Educación Técnico Profesional Freddy Amaro, quien integró una de las listas del lema que lideró Silva.

Pablo Caggiani, que asumió como consejero del CEIP, planteó en su discurso al tomar el cargo que es necesario contemplar a los trabajadores que no cumplen tareas docentes. Además, si bien reconoció “claroscuros” en la Ley de Educación respecto de la participación de los docentes en el gobierno de la ANEP, sostuvo que al mismo tiempo “da la posibilidad de concretar una aspiración del magisterio desde hace 70 años”. Caggiani no eludió referirse al elevado porcentaje de votos en blanco y anulados (llegó casi a la mitad) en las elecciones de noviembre: señaló que esa situación “merece su atención” y dijo que es necesario formularse preguntas y “emprender acciones” para mejorar la participación docente. Con la ministra de Educación y Cultura, María Julia Muñoz, sentada en la primera fila del auditorio, Caggiani dijo que 2015 fue “un año muy doloroso para la educación pública” porque en el medio de la discusión presupuestal se produjo “la más triste e inútil declaración de esencialidad de la historia de nuestro país, la misma que la justa rabia de la sociedad, incluidos los docentes y su lucha, obligó a levantar”.

El maestro dijo también que su candidatura, al igual que la del resto de los candidatos por los gremios docentes, se enmarcó en un programa que entre otros aspectos incluye la necesidad de llegar como mínimo a 6% del Producto Interno Bruto de inversión en educación, sumado a “la urgencia” de mejores salarios, la eliminación de inequidades salariales y el financiamiento de las actividades de los centros escolares, la carrera docente y la formación universitaria. El consejero afirmó que hasta el momento ha habido “debates pobres” sobre educación, lo que lleva también a resultados pobres, y concluyó que el desafío es construir una visión “nacional y popular” sobre estos temas.

Otro nivel

De mañana fue el turno de Isabel Jaureguy, que asumió su cargo en el CES. En diálogo con la diaria, la profesora de literatura y hasta entonces directora del liceo IAVA consideró que si bien el formato actual del gobierno educativo no es la autonomía y el cogobierno ideal, es importante ocupar el cargo de la representación de los trabajadores, porque se “fortalece” la institucionalidad y aumenta la pluralidad de voces. Pese a que reconoció que los gremios tienen “mala prensa”, Jaureguy señaló que su finalidad es “en extremo constructiva”, ya que buscan “contribuir y luchar” para que las condiciones de aprender sean las mejores, sin que el centro dejen de ser los estudiantes.

Calificó de “preocupante” el alto porcentaje de voto en blanco en las elecciones, y consideró que el hecho de que cada uno lo interprete desde distintos lugares no ayuda a mejorar la situación. Sostuvo que el Instituto Nacional de Investigación y Evaluación Educativa cuenta con la capacidad y los recursos materiales para generar investigación cualitativa sobre el sentido que tiene el voto en blanco docente. Además, dijo que la comunicación entre los gremios y los representantes en los consejos es uno de los aspectos a mejorar. Jaureguy opinó que una de las claves para la gestión es “administrar desde la confianza”, y la comparó con lo que sucede dentro del aula, donde la confianza ayuda a mejorar desempeños. La docente consideró que es necesario tender a una mayor autonomía en los centros educativos y “generar opciones diversas”, porque el liceo y el sistema educativo están pensados “para adolescentes que viven con sus padres”, cuando “las biografías son diversas”.