José Coya es el presidente de ANCAP, lo que equivale a ser una de esos personajes que al comienzo de una película heredan algo de su tía vieja y resulta ser una mansión repleta de espectros y monstruos que arrancan la piel y los ojos a cualquiera que trate de pasar la noche ahí.

En declaraciones radiales, el heredero menos afortunado del país explicó que los balances de enero muestran un cambio en la economía de la petrolera estatal, lo que permite proyectar que en 2016 las cosas mejorarán “bastante”.

“Las últimas proyecciones indican que este año las finanzas serán increíblemente atroces”, dijo a Los Informantes (diario) un vocero de ANCAP, que no quiso identificarse pero gana 175.000 pesos por mes. “Esto significa que serán mejores que las de 2015, que fueron espectacularmente horripilantes, y las de 2014, que fueron catastróficamente abominables”.

Luego de que el Poder Ejecutivo debiera capitalizar la empresa por 622 millones de dólares, se espera que esta vez lo haga por “unos miles de dólares menos”.