En la ruta 90 se hablaba de Piedras Coloradas, el pueblito de la madera que tiene menos de 2.000 habitantes y que este lunes fue sede de un nuevo Consejo de Ministros. El alcalde de la localidad, Jorge Giosa, tuvo su minuto de fama cuando dijo que los gobernantes lo discriminaban por ser de la oposición. Cuando el periodista de Radio Uruguay le preguntó si tenía pensado dirigirse a algún ministro para hacerle llegar sus inquietudes, el hombre respondió que no. Folclore de la jornada. Como el senador frenteamplista Ernesto Agazzi al rayo del sol, hablando con los apicultores durante horas, o el veterano que agarró el micrófono y, con la voz entrecortada, nostalgiosa, comenzó a nombrar a sus compañeros de la juventud, entre los que se encontraban “el verdulero José Mujica”.
Todos tuvieron su lugar, con excepción de los sindicalistas de ANCAP (FANCAP), quienes en reiteradas ocasiones intentaron hacer uso de la palabra sin mucho éxito. “Recibimos al profesor doctor Tabaré Vázquez”, anunció el presentador. Y Vázquez, que llegó y se fue en helicóptero, neutralizó las solicitudes de estos trabajadores argumentando que el intercambio era con los vecinos y no con las organizaciones. Una vez concluida la sesión, los de FANCAP se dirigieron a la calle de tierra a esperar el ómnibus. Uno de ellos vio el helicóptero despegar y le dijo a un compañero: “No nos dio pelota”. Un oficial de tránsito registraba con su celular la partida del máximo mandatario mientras los niños corrían, la temperatura ascendía y los autos oficiales emprendían el camino de retorno. “¿Por qué dejás pasar a unos y a otros no?, nosotros somos del Ministerio de Relaciones Exteriores”, le decía con bronca un funcionario de la cancillería a un inspector que cuidaba la salida.
Ni un solo tortafritero; ni un solo vendedor de agua y gaseosas. El galpón se llenó y quedó gente afuera, incluso algunas autoridades tuvieron que escuchar a los ministros bajo el sol y sin sombrero. Sólo los secretarios de Estado tenían a su disposición unos platos con masitas, mientras que el resto tenía acceso a un bebedero de agua de esos que se colocan en las oficinas. Desde el gobierno lamentaron, micrófono en mano, el mal cálculo que realizó la organización. Minutos después, ya estaban hablando los ministros y otras autoridades que veían todo desde las primeras filas.
Los números coinciden
El ministro del Interior, Eduardo Bonomi, viajó a Paysandú con una delegación que incluía custodia 24 horas en el hotel donde permaneció la noche del domingo. Durante la sesión en Piedras Coloradas fue uno de los primeros en hablar y luego no apareció más. Puso énfasis en que las solicitudes de los vecinos coincidían con las cifras que maneja la cartera en rapiñas y hurtos. “Todo lo que vean, denúncienlo. Si no se denuncia, nosotros hacemos una mala caracterización”, explicó el jerarca, y luego anunció que enviará a la Guardia Republicana a controlar las motos y las bocas de droga.
“No al fracking”
El fracking es una técnica para extraer gas y petróleo del subsuelo, resistida por organizaciones ambientalistas. En un momento de la sesión del Consejo de Ministros, el presidente Vázquez levantó la mirada y preguntó por un cartel que veía a lo lejos, que rezaba “Vázquez nos liberó del tabaco, ahora que nos libere del fracking”. Esto le llamó la atención y enseguida le dio la palabra a la ministra de Industria, Carolina Cosse, quien respondió de la siguiente manera: “Señor presidente, usted no tiene que liberarnos de nada porque no hay fracking entre los planes futuros del gobierno”.