Que un dirigente se llame Washington Beltrán podría ser visto a priori como una considerable desventaja a la hora de iniciar una carrera sindical en Uruguay. Pero el Pata será recordado con mucho cariño en el PIT-CNT y en la Unión Autónoma de Obreros y Empleados del Gas (Uaoegas). Fue vecino de La Teja, hincha de Rampla Juniors y trabajador de la Compañía del Gas, donde se dedicaba a tomar el consumo por las calles de Montevideo.

Tuvo una extensa carrera sindical, primero dentro de su sindicato y luego en el Secretariado Ejecutivo de la central de trabajadores. Ingresó a la Compañía del Gas a principios de los 70, pero fue despedido por el gobierno cívico-militar. Con el retorno a la democracia, recuperó su empleo y trabajó en la reconstrucción del sindicato, donde rápidamente se convirtió en un referente.

En 1992 ocupó el directorio de la compañía en representación de los trabajadores. Durante los años siguientes se opuso fervientemente a la privatización de la empresa, llegando incluso a realizar varias huelgas de hambre junto con otros compañeros de su sindicato. Una vez consumada la privatización, fue despedido en 1996 junto con el resto de la dirección del gremio, pero continuó militando en Uaoegas, y en 2005, tras nueve años de lucha, logró que se lo reincorporara a la plantilla de trabajadores.

Hasta 2012 fue parte del Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT, donde ocupó la Secretaría de Derechos Humanos. En 2013, junto con el dirigente de la bebida Richard Read, fundó una nueva corriente sindical dentro de la central: la Agrupación 5 de Marzo.

El actual director nacional de Trabajo, Juan Castillo, lo recordó así: “Era un compañero muy amiguero. Tenía opiniones muy firmes sobre el movimiento sindical y la vida social y política del país, pero confrontaba desde la fraternidad. Siempre hablaba del bien del oponente”.