“El miércoles 16 a las 19.30 y luego de estar por horas (según algunos funcionarios) subido a un ciprés, un hombre de 48 años (Pabellón 27 de la Etchepare) se suicidó arrojándose al vacío”, publicó el viernes en su Facebook Ruben Bouvier, del Movimiento Salud para Todos. Horacio Porciúncula, director de Salud Mental y Poblaciones Vulnerables de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), confirmó el domingo al diario El País que el suicidio había ocurrido y que se inició una investigación administrativa para determinar cómo se dieron los hechos.

“Se subió arriba de un pino, a 15 o 16 metros. Dio tiempo para llamar a Bomberos, que fueron a intentar el rescate, pero en determinado momento se precipitó”, informó Porciúncula a la diaria. Añadió que la investigación administrativa es para “valorar todos los aspectos desde su internación hasta el día en que ocurrió el hecho y para analizar los procedimientos que pudieron haber modificado el final de esta historia”.

Roberto Pérez, presidente del gremio de funcionarios de Etchepare, dijo a la diaria que él no estaba presente cuando se produjeron los hechos, pero comentó que los pacientes tienen libertad para deambular por el predio y que “son pacientes psiquiátricos”. “Son cosas que manejan ellos mismos, no es culpa de nadie”, agregó.

Es el segundo suicidio que se conoce en lo que va del año en instituciones psiquiátricas. El otro fue el de Soledad Olivera, de 25 años, que se quitó la vida en una de las salas de seguridad del Hospital Vilardebó, el 20 de enero. Respecto de la investigación administrativa iniciada por ese caso, Porciúncula informó: “Se elevaron las actuaciones a ASSE. Dos funcionarios están separados del cargo, pero la resolución final de ASSE todavía no está”. Respondió que esas dos personas separadas del cargo eran quienes debían vigilar las cámaras. Porciúncula dijo que la investigación es tanto sobre los procedimientos previos como sobre los posteriores. Los familiares dieron con el cuerpo de la joven un mes después del suicidio, porque nadie en el Vilardebó pudo informarle a la familia dónde y cuándo había sido enterrada la joven.

Porciúncula confirmó que el proceso de desinstitucionalización que se plantearon ASSE y el Ministerio de Salud Pública (MSP) -de pasar de los asilos como las colonias psiquiátricas y el Vilardebó a la atención de la salud mental a nivel comunitario, en hospitales generales y en el primer nivel de atención- viene “bastante bien”. Comentó que quienes ingresaron a las colonias en los últimos meses lo hacen sólo por orden judicial, y que ASSE está trabajando en la generación de dispositivos de atención en la comunidad. En diciembre el MSP elevó al Poder Legislativo un proyecto de ley de salud mental que prohíbe la creación de nuevos asilos y exige la adaptación de los que funcionan actualmente. El proyecto está a estudio en la comisión de Salud Pública de la Cámara de Senadores.

Si bien hace más de 30 años que los expertos en el ámbito nacional e internacional hablan de pasar al modelo de atención comunitaria, los cambios se precipitaron a partir de marzo de 2015, debido a la indignación que generó el fallecimiento de Carlos Grecco, un hombre que estaba internado en la Colonia Etchepare desde hacía décadas y que murió allí debido a las mordeduras provocadas por una jauría de perros. El viernes se cumple un año de su fallecimiento. Su caso motivó que una jueza ingresara a las colonias, ordenara la erradicación de perros y pidiera la redistribución de los pacientes de tres pabellones, por estar “en situación de riesgo físico, mental y carentes de una protección integral de su salud”.