En noviembre de 2015, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos detectó la presencia de partículas de etión, un antiparasitario externo eficaz contra las garrapatas y las moscas de los cuernos frecuentemente utilizado en bovinos, en partidas de carne que provenían de Uruguay. Alertado de esto, el MGAP dispuso el inicio de una investigación. “Teníamos que demostrarle a Estados Unidos que estamos monitoreando la situación y encontrando la causa del problema”, estableció el ministro al ser consultado por la prensa, el 17 de marzo, durante la Expo Activa en Durazno.

Los resultados de dicha investigación y el intercambio de información entre equipos técnicos de ambos países arrojaron el 4 de marzo que el origen del problema provenía de las embarcaciones del frigorífico PUL, y obedecía a tres cargamentos que se había llevado a Estados Unidos en agosto, octubre y diciembre del año pasado. La causa apuntaba a que “algún o algunos productores no respetaron el tiempo de espera del tratamiento [21 días] para embarcar”, dijo Aguerre.

La respuesta inmediata desde el MGAP fue prohibir -“preventivamente”- la certificación veterinaria de los embarques de carne bovina de dicho establecimiento, y el propio PUL, además, optó por suspender el envío de carnes a Estados Unidos. Aguerre sostuvo que la medida era “temporaria” y advirtió que el etión, “de ser utilizado correctamente, no debería generar problemas de residuos”.

Al mismo tiempo, el sistema sanitario estadounidense decidió que, de todos los embarques, cualquiera sea el exportador uruguayo, va a muestrear los primeros cinco contenedores.

Las trazas encontradas “casi no eran detectables con los equipamientos que tenemos en Uruguay”. El etión se usa en todos los países del mundo, menos en Estados Unidos; “acá está legalmente registrado, y naturalmente es monitoreado”, sostuvo Aguerre, que informó que la tolerancia manejada es de 2.500 partes por billón, “una milésima de miligramo por kilo”, límite que además se comparte con Australia, el principal competidor de Uruguay en Estados Unidos.

El equipamiento disponible en el país detecta hasta 40 partes por billón, pero se está instalando uno “más moderno” que permitirá registrar hasta diez partes por billón.

El ministro advirtió que “no es una sustancia de cuya toxicidad haya evidencia científica” y que “estos problemas van a seguir apareciendo en la medida en que sigamos intensificando la producción y que los países del mundo vayan poniendo cada vez más reestricciones al uso de distintos productos”.

Al prohibir la certificación a PUL, el ministro había dicho que “de detectarse casos adicionales provenientes de otros establecimientos” se prohibiría su utilización. Sin aclarar si efectivamente se encontraron estos casos, el sábado el MGAP resolvió retirar de la comercialización todas las formulaciones que contengan etión y habilitar el movimiento de animales con garrapatas.