Cerca de 2.100 personas están habilitadas para votar en las elecciones que el domingo definirán a las nuevas autoridades del Partido Socialista (PS) y, en particular, quién sucederá a Yerú Pardiñas en la secretaría general. Dos figuras de primera línea se disputan la máxima autoridad partidaria: la senadora y ex presidenta del Frente Amplio (FA) Mónica Xavier, quien integra la misma corriente interna que Pardiñas, y el ex ministro de Desarrollo Social Daniel Olesker, representante del bloque “ortodoxo”, “garganista”, también autodenominado “removedor” del partido.

Tres listas (la 1, la 2 y la 3) respaldan la candidatura de Xavier y una (la 4) la de Olesker. Los 2.100 habilitados podrán votar de 10.00 a 14.00, aunque también está previsto que pueda haber una extensión de tres horas en la elección. Habrá siete lugares de votación en Montevideo, cinco en Canelones, tres en Colonia, dos en Río Negro y Artigas, y uno en los restantes departamentos. Además, la elección contará con una urna móvil que circulará el día anterior a la elección por varios departamentos.

Los habilitados para votar en la elección serán los afiliados al PS que participaron en la discusión en el congreso de diciembre cumpliendo el mínimo de horas requeridas, así como sus dos respectivos suplentes. Además de la secretaría general del partido, se elegirá a 51 de los 71 miembros del Comité Central y a los integrantes de tres comisiones: la electoral, la de disciplina y la fiscal.

Cierres de campaña

La lista 1, que apoya a Xavier, cerró su campaña el martes, fecha en la que se celebró el Día de la Mujer, en un acto en el que oficiaron de oradores la candidata y quien está a continuación en la lista, el director del Instituto Nacional de la Juventud, Santiago Soto. “En el partido estamos todos, no sobra nadie, pero tenemos que traer a muchos mas”, dijo Xavier, y aseguró que el PS tiene que “recuperar su incidencia y su trabajo militante”. Según dijo, a diferencia de lo que ocurre en muchos lugares del interior, en Montevideo y en Canelones ha habido un proceso de profesionalización que, paradójicamente, ha generado un distanciamiento con la sociedad. Esto, aseguró, no sólo ocurrió en el PS, sino en toda la izquierda.

Xavier destacó algunos logros del gobierno en materia de género, la reforma de la salud y la Ley de Trabajo Doméstico, y aseguró que en el Parlamento se trabajará para aprobar una ley para tipificar el feminicidio y otra norma integral sobre la violencia de género.

La candidata reclamó un PS que esté “al servicio de la construcción y al respaldo de nuestro gobierno”. “¿Cómo podemos pensar que es mejor mirar de afuera si hemos trabajado para esto, si la utopía del 71 era conformar un Frente tan amplio, tan profundo y con tanta convicción para llegar al gobierno?”, se preguntó. Luego, aseguró que el PS “debe estar dispuesto a dar todas las batallas, y ninguno se puede confundir: nadie es obsecuente, lo que decimos es que estamos ante la defensa del gobierno, pero que esa defensa señale los errores e incluya los aciertos”. Tras destacar el papel de los jóvenes en el partido, aseguró que el PS tiene una “sólida base ideológica”: “No va por el lado del bagaje ideológico que tenemos problemas, va por el lado de la práctica, por cómo aplicamos eso”. Culminó su oratoria reclamando unidad partidaria: “Todas las voces deben ser escuchadas, pero la voz debe ser una sola”.

En tanto, Olesker cerró ayer su campaña en un acto realizado en Casa del Pueblo, la sede del PS en Montevideo. “Tenemos mucha expectativa. Recorrimos 24 lugares de todos los departamentos, sin contar Montevideo, y sentimos que hoy está planteada la discusión para los electores del PS entre la continuidad de la dirección partidaria y el cambio”, dijo el ex ministro a la diaria. “Pero ¿para qué queremos el cambio?”, se preguntó, y luego respondió: “Necesitamos recuperar la perspectiva socialista en el debate político y romper con esta idea conservadora y posmoderna de que la discusión está entre la superación del capitalismo salvaje o su administración. Las tesis del partido sostienen que hay que superar la etapa del capitalismo, y hay que confrontar con la derecha para eso”. Esa discusión supone “confrontar con ideas como, por ejemplo, decir que los trabajadores tienen que optar entre salario y empleo. Ésa es una idea que los socialistas siempre rechazamos”. Olesker también destacó la importancia de recuperar la “cultura de militancia”: “Hay que recuperar la idea de que todos los frentes de lucha son importantes”. Además, dijo que el PS necesita cambiar para “romper la bipolaridad en el FA, de la que el partido es en parte responsable, por inacción”. Según el ex ministro, si gana su lista “se terminará el partido de las cúpulas, en el que cuatro o cinco deciden por todos los congresales y afiliados”.

“Queremos un partido grande, del que nadie se vaya y en el que todos podamos sintetizar nuestras posturas en el Comité Central”, cerró su intervención el candidato, quien además sostuvo que buscará que “vuelvan los que se fueron”. “Si hay que ir a buscar a la casa a los valiosísimos compañeros que se fueron, iremos, porque lo que queremos es una Casa del Pueblo que sea del pueblo”, finalizó. Consultado al respecto, Olesker aseguró que en la lista de los que irá a buscar están el ex vicecanciller Roberto Conde, el economista Gabriel Oddone y el presidente Tabaré Vázquez.