Con motivo de la celebración de sus 25 años en tierra uruguaya -que se cumplieron el año pasado-, la forestal finlandesa UPM encargó a la consultora CPA Ferrere un estudio del impacto socioeconómico de sus actividades, que fue presentado ayer en el hotel Four Points por el economista socio de la consultora Alfonso Capurro.

Considerada la inversión privada más grande de la historia de Uruguay -de 1.200 millones de dólares-, la planta de celulosa construida en Fray Bentos en 2007 es sólo el ícono de UPM. La finlandesa se acercó a Uruguay en 1990 como fundadora de Forestal Oriental, empresa que hoy produce madera para abastecer a la planta de Río Negro. De cada 4,6 millones de toneladas de metros cúbicos de madera que Forestal Oriental produce, la planta obtiene unas 1,3 millones de toneladas de celulosa.

Toda la cadena de la forestal, que abarca desde actividades de desarrollo genético en viveros -donde se invierten unos 160 millones de dólares anuales-, pasando por la plantación de árboles, su cosecha, la carga y transporte de éstos hasta la planta, la producción de pulpa y generación de energía con los residuos de ésta, y finalmente el armado de logística de las exportaciones, ocupa a casi 6.000 personas, 0,3% del empleo en el país. De estos 5.957 puestos de trabajo, 4.270 son empleos directos, vinculados a actividades de UPM, sus 235 empresas contratistas y 580 proveedores. Según un estudio del Instituto Promotor de Inversiones y Exportaciones Uruguay XXI, la empresa finlandesa crea uno de cada cinco empleos en el sector forestal.

En 2014, año en el que se realizó el estudio presentado, UPM generó 1,1% del Producto Interno Bruto (PIB) de ese entonces. Al día de hoy, teniendo en cuenta que “los precios de celulosa no han caído tanto” como los de otros commodities, que el dólar se ha “desinflado un poco” y que se espera que 2015 finalice con una producción nacional de 47.000 millones de dólares, Capurro estima que el aporte de la finlandesa será de “entre 1,3% y 1,4% del PIB”.

Las exportaciones de la forestal alcanzaron 7,2% del total de bienes vendidos al exterior en 2014, y 5,5% si se incluye a los servicios. “Como exportador, UPM es tan relevante como México o Estados Unidos como mercado destino”, comparó Capurro. La producción de UPM supone además un aporte a la diversificación de la matriz energética, por su producción de energía en base al vapor que desprenden los residuos de celulosa que se vuelcan a las calderas para ser quemados. En 2014 aportó más de un millón de megavatios, 4,3% de la potencia instalada en ese entonces en el país y 38,3% de la potencia generada a partir de biomasa.

Sin comentarios

Ayer el diario La Juventud publicó que estaría en curso una negociación entre el Ministerio de Transporte y Obras Públicas y UPM por una nueva planta de celulosa que se ubicaría “cerca de Paso de los Toros, de la estación Chamberlain”, en Tacuarembó, la que sería la tercera planta de celulosa del país. Sin embargo, al ser consultado ayer por Radio Uruguay, el intendente Eber da Rosa dijo desconocer el tema.

Desde la empresa, el gerente de comunicaciones, Matías Martínez, dijo a la diaria no tener “comentarios para agregar”. Aun así, sostuvo que “la empresa siempre está investigando los distintos entornos operativos que hay en el mundo. Como empresa global, se trabaja de esa forma”.

Martínez dijo que la inversión más cercana de la empresa es la Universidad Tecnológica (Utec) en Paysandú, en la que invirtieron más de cuatro millones de dólares -en parte provenientes de UPM-. Martínez prevé que ésta determine “un antes y un después en la formación técnica del país”. “Es importante para la empresa poder contar en el corto plazo con recursos formados en la zona, por lo que, en vez de competir con espacios con la UTU y la Universidad de la República, trataremos de potenciar a cada una, porque cada una tiene facetas distintas”, afirmó.

UPM ya ha aportado fondos a la UTU mediante el programa de Formación Profesional Básica. Se estima que gran parte de los profesionales de la empresa brinda clases en la Utec.