El Sindicato Anestésico Quirúrgico (SAQ) expresó ayer su preocupación por el eventual cierre del Servicio Médico de ANCAP. El SAQ sostiene que dicho servicio, creado en 1940 y que actualmente funciona por fuera del Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS), es “único” porque atiende patologías específicas que pueden sufrir los trabajadores del ente, y, por lo tanto, “se justifica plenamente su vigencia”. Los usuarios del servicio son más de 4.000 funcionarios de ANCAP, y el personal médico y no médico que trabaja en él supera los 150 trabajadores. “Personal que, por otra parte, está formalmente vinculado a ANCAP -no por cierto por su voluntad, sino por conveniencia de la misma- a través de diferentes relaciones, existiendo como consecuencia de ello un alto riesgo para muchos de perder sus fuentes y puestos de trabajo si se llegara a cerrar el servicio”, sostiene el SAQ.

El sindicato recuerda que el cierre del servicio se ha planteado desde diciembre de 2013, cuando el gobierno entonces presidido por José Mujica resolvió crear un régimen transitorio para el servicio hasta el 30 de junio de 2016 y, al mismo tiempo, instalar un grupo de trabajo para definir su destino, que nunca llegó a conformarse. “Resulta que nos encontramos a pocos meses del cumplimiento de las fechas establecidas y, sin embargo, al día de hoy no ha sido implementado aún el comprometido Grupo de Trabajo”, señala el SAQ. Exige la instalación del grupo y ratifica su apoyo a la continuidad del Servicio Médico de ANCAP, “que se entiende imprescindible en tanto se trata de un servicio que atiende especificidades asistenciales de ANCAP”.

El 11 de febrero, el diputado colorado Conrado Rodríguez había hecho un pedido de informes al Ministerio de Industria, Energía y Minería, en el que solicitaba conocer el destino del servicio médico de ANCAP. El legislador consultaba los costos anuales que le insume al ente la prestación de dicho servicio médico, el detalle de los servicios que brinda, el número de beneficiarios y los requisitos para usufructuarlo; y la cantidad de personal, discriminando entre profesionales médicos, enfermeros, auxiliares, administrativos y otros. Finalmente consultaba si existen patologías específicas que cubra el servicio y cuáles son.

Rodríguez dijo a la diaria que le preocupa conocer el destino que tendrán los funcionarios que actualmente trabajan en el servicio médico. De todos modos, consideró que al existir el SNIS “no parecería conveniente” que se mantuvieran excepciones de servicios que se presten por fuera del sistema. “Más todavía ante la situación que está viviendo ANCAP, de quiebra, y que necesita hacer una recomposición financiera importante”, señaló.