Verónica Barro, de 19 años, y Aldana Giménez y Bryan Fernández, de 18, cursan el Bachillerato de Química Básica e Industrial en el Instituto Tecnológico Superior Buceo y participaron en noviembre del año pasado en la Feria Nacional de Clubes de Ciencias, después de haber recibido una mención en la feria departamental de Montevideo. Recibieron nuevas menciones, entre ellas la de mejor proyecto científico de la categoría segundo ciclo de UTU, además de una mención especial que los habilita a viajar a la Feria Internacional de Ciencia e Ingeniería de la empresa Intel, que este año se realiza en mayo en la ciudad estadounidense de Phoenix, Arizona.

Según explicó a la diaria Fernández, se trata de una de las ferias científicas más importantes del mundo. El premio es financiado por la compañía American Airlines y el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) uruguayo, pero únicamente se cubre alojamiento, pasajes, alimentación y transporte para dos expositores y un orientador, y como el grupo que obtuvo las menciones está compuesto por tres expositores, tienen que conseguir por fuera el dinero para concretar el viaje del grupo de trabajo completo.

Para diseñar el proyecto, los estudiantes partieron del diagnóstico de que en Uruguay, al igual que en América Latina, las radiografías que se realizan en cualquier centro de salud no se tratan para su reciclaje, sino que se desechan como un residuo doméstico. Fernández explicó que la placa está hecha de plata, por lo que contamina cauces de agua, afecta el crecimiento de plantas y también puede afectar la reproducción de peces, y por lo tanto el consumo humano.

El equipo de estudiantes ideó una técnica que permite “reciclar las radiografías y no contaminar”, explicó Fernández, quien también dijo que en algunos países es común que las radiografías se reciclen para sacarles la plata y luego venderla. De todas formas, aclaró que el interés primario del equipo es evitar la contaminación ambiental. Según detalló, el procedimiento que diseñaron se basa en “una serie de tratamientos termoquímicos que permiten extraer el aluro de plata, que es el contaminante”. A la vez, mediante dicho mecanismo se puede obtener dos productos: la plata, que puede venderse, y el acetato, que puede ser reciclado como plástico. Fernández agregó que todos los componentes químicos que se utilizan en las reacciones químicas que son parte del procedimiento son “recuperables a lo largo del proceso”. “Se invierte una vez en reactivos y después se recuperan en el proceso: eso disminuye costos de producción y también la contaminación”, indicó.

Según calcula el grupo de estudiantes, necesitan juntar unos 2.500 dólares para que el tercer miembro del grupo pueda viajar y hospedarse en Estados Unidos durante la feria, y para recolectar el dinero abrieron el colectivo en Abitab número 61464. Si bien en primera instancia recurrieron a las autoridades de UTU y el MEC para solicitar el dinero faltante, recibieron respuestas negativas en ambos casos, y si bien realizaron la solicitud a otros organismos, como la Intendencia de Montevideo, aún no han recibido respuesta. Por lo tanto, los jóvenes decidieron abrir el colectivo y solicitar el aporte de personas, organismos o empresas para lograr que el grupo entero pueda estar presente en la feria, donde participarán jóvenes de entre 15 y 18 años de muchos países, representando a Uruguay. Según argumentan, los tres compañeros trabajaron “con igual esmero”, por lo que consideran injusto que sólo puedan estar presentes dos de ellos. En la Feria Nacional de Clubes de Ciencias también recibieron menciones grupos de otras categorías, y además de la rama científica, se premiaron iniciativas de las áreas tecnológica y social.