La composición y la dinámica de la mesa del Consejo Nacional de Género (CNG), que celebró ayer el Día Internacional de la Mujer, fue útil para demostrar dos cosas. Primero, que es posible una integración paritaria: las ministras Carolina Cosse (Industria) y María Julia Muñoz (Educación) representaron el ala femenina junto con la subsecretaria de Desarrollo Social, Ana Olivera, y la presidenta del CNG, Mariela Mazzotti. Los representantes masculinos fueron los ministros Ernesto Murro (Trabajo), Eduardo Bonomi (Interior) y Jorge Basso (Salud), y el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Álvaro García. Segundo, derribar ese estereotipo afianzado en el imaginario de que las mujeres hablan más que los hombres: las primeras respetaron estrictamente el tiempo asignado para la oratoria, y los segundos se excedieron en todos los casos, extremo que Cosse y Muñoz no pasaron por alto.

Por lo demás, la exposición de ayer fue una rendición de cuentas de las acciones del gobierno en materia de políticas públicas de género, mezclada con algunos anuncios y datos que dan cuenta de que la desigualdad entre hombres y mujeres, en algunos ámbitos, ni siquiera ha disminuido. Por ejemplo, Murro hizo notar que la brecha salarial entre hombres y mujeres en el sector privado se ha mantenido incambiada en los últimos diez años, mientras que la del sector público se redujo: el salario de las mujeres representó 74% del de los hombres en el sector público en 2004, y pasó a representar 81% en 2014. Murro destacó la necesidad de incorporar cláusulas de género en los convenios colectivos. Actualmente, 71% de los convenios tienen cláusulas de género: 75% los tienen sobre salud, 48% sobre cuidados, 44% sobre igualdad y 4% sobre acoso sexual. En este sentido, el ministro anunció que el 30 de marzo convocará a los consejos superiores de negociación colectiva para considerar formas de promover la incorporación de cláusulas de género en los convenios.

Bonomi comenzó su exposición afirmando que “no es posible que se siga asesinando a mujeres por el solo hecho de ser mujer”, y enumeró las acciones que ha tomado su cartera al respecto, como la implementación de un sistema interinstitucional de respuesta integral a la violencia basada en género, la atención a policías que sufren o ejercen violencia doméstica y la colocación de tobilleras electrónicas a más de 1.200 personas en cuatro departamentos, que prevé extender a todo el país.

Todos los expositores coincidieron en que es necesario un cambio cultural y que los avances normativos que hubo en los últimos años deben acompañarse del “ejercicio efectivo” de los derechos, según manifestó Mazzotti. Muñoz explicó que el CNG y su cartera en particular se plantean como objetivo el derecho a una educación y una cultura sin estereotipos de género, y que para ello desplegarán acciones de comunicación y sensibilización dirigidas a niñas, niños y adolescentes, por ejemplo sobre la violencia en el noviazgo y “nuevas masculinidades”, para deconstruir los modelos de lo masculino. Además, se estimulará la formación de mujeres en áreas no tradicionales y se priorizará en los llamados para acceder a becas a las madres que estudian, para facilitar la culminación de los trayectos educativos.

Desde el interior profundo

En el hall del auditorio Nelly Goitiño del SODRE, activistas de la Red de Grupos de Mujeres Rurales del Uruguay esperaron a las autoridades con una improvisada manifestación, con banderas y carteles con el nombre de la militante social hondureña asesinada Berta Cáceres. Isabel Olivo, representante de la red, dijo a la diaria que buscan hacer visible la situación de las mujeres rurales, que muchas veces no es tomada en cuenta a la hora de diseñar políticas públicas, y en particular mencionó las dificultades de acceso a la salud y a la educación. Una declaración de la red denuncia las dificultades en el acceso a atención de las víctimas de violencia de género, porque dichos servicios están centralizados en las capitales departamentales, y la falta de instituciones educativas en el medio rural.

En la misma línea, Cosse empezó destacando la importancia de la incorporación de valor agregado en las actividades productivas y en particular en la industria, que se dirige hacia un modelo de industria “4.0”, con énfasis en la robótica y la producción más limpia. “Tenemos que dar especial apoyo a las mujeres para que se incorporen en los sectores de mayor valor agregado. Necesitamos niñas y jóvenes terminando la educación, porque, si no, no vamos a poder cambiar la industria. Las mujeres somos las que podemos tirar de los piolines del conocimiento en nuestro entorno, en nuestra familia, en el trabajo, y dar el ejemplo”, remarcó la ministra. Mencionó la voluntad del presidente Tabaré Vázquez de desarrollar la industria robótica en el país, destacó que la posibilidad de incorporar mujeres en esa área es “una oportunidad de generar equidad de género” y llamó a “abatir el miedo” a ingresar a carreras que se asocian tradicionalmente con los hombres.

García mencionó el diseño, “por primera vez en la historia”, de un presupuesto con perspectiva de género que “contabiliza el valor monetario de las políticas de género” e informó que se hará un estudio prospectivo de brechas de género con perspectiva al año 2050, definiendo posibles escenarios. Muñoz explicó que se incorporará una línea de investigación en formación docente sobre la incidencia de las inequidades de género en las trayectorias educativas. Bonomi reiteró que el gobierno pretende presentar una ley integral de violencia de género, anunció que se aumentará, “al menos al doble”, la cantidad de policías que trabajan en unidades de género antes de terminar el quinquenio, que se capacitará en temas de género a un mínimo de 1.000 policías por año y que el próximo mes se presentará un plan estratégico de combate a la trata de personas. Murro anunció que en breve se reglamentará la Ley de Acoso Sexual. Olivera señaló la necesidad de “corresponsabilidad en los cuidados”, porque “en el imaginario colectivo somos las mujeres las que debemos cuidar a los niños”, y cerró el acto con un reconocimiento a las organizaciones feministas, “que nos han permitido llegar a donde estamos hoy”.