Con una prolongada exposición de corte histórico, el presidente Tabaré Vázquez abrió ayer el foro “Desarrollo productivo e inserción internacional” del Diálogo Social, una iniciativa que busca insumos de la sociedad civil para elaborar políticas públicas. Según Vázquez, la historia del país arroja una serie de lecciones a tener en cuenta a la hora de definir la política internacional y productiva. El mandatario describió que se trata de una economía pequeña, con “alto riesgo de aumentar su vulnerabilidad” por la dependencia de pocos mercados. Opinó que el país debe llevar adelante una estrategia que “combine la integración regional con la diversificación de mercados”. El gobierno actualmente busca flexibilizar las normas internas del Mercosur para que sus países miembros puedan hacer acuerdos comerciales de forma separada al bloque.

Otra de las lecciones que enumeró Vázquez fue la necesidad de “construir una materia productiva cada vez más madura”, que incluya una mayor diversificación y productos con un alto contenido tecnológico. Por último, sostuvo que para un país pequeño es imposible proyectar el “crecimiento exclusivamente basado en el mercado interno” y “mucho menos el cierre de la economía detrás de muros de aranceles”. En cambio, consideró que la pequeña escala del país también genera “oportunidades” para una producción de calidad. El mandatario culminó su discurso leyendo las 40 preguntas que estaban planteadas en el documento del foro, en miras del “Uruguay de 2050”.

El mandatario se quedó a escuchar las exposiciones de los cuatro oradores restantes: la coordinadora residente de las Naciones Unidas en Uruguay, Denise Cook, el integrante del Instituto de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de la República Henry Willebald, el director del Instituto Cuesta Duarte del PIT-CNT, Milton Castellano, la gerenta general de la Unión de Exportadores, Teresa Aishemberg, y José Miguel Benavente, jefe de la División de Innovación y Competitividad del Banco Interamericano de Desarrollo.

Castellano manifestó las expectativas del PIT-CNT respecto del Diálogo Social. Dijo que esta instancia “no puede ser un laboratorio” ni un ámbito de discusión de nivel académico, ya que está integrado por organizaciones que tienen sus propios intereses. También dijo que debe ser “corto y productivo”, porque las organizaciones que participan pueden desgastarse, y que “tampoco tiene que buscar coincidencias en todas las preguntas que nos hizo Tabaré”: “Con dos, tres o cinco acuerdos ya damos un paso gigantesco”. Por último, agregó una pregunta más a las realizadas por el presidente: “¿Cuál debe ser el papel de las empresas públicas como plataforma de desarrollo?”.

En tanto, Aishemberg reclamó que el país firme más acuerdos comerciales, ya que “quedarse quietos es retroceder”. Según dijo, estos acuerdos significan una propuesta de trabajo “para todos, para la sociedad civil, para el gobierno, los empresarios y los trabajadores”. La dirigente empresarial reclamó que el Diálogo Social “no se convierta en un diálogo de sordos ni que termine en monólogos”.

En tanto, Benavente relativizó que baste con conseguir acuerdos comerciales: “Una cosa es que se abran las puertas, otra cosa es conquistar los mercados y otra muy distinta es mantenerse allí”. Benavente, además, reclamó que el país destine más recursos a innovación y desarrollo. Según sostuvo, para 2030 el sector público debería triplicar su inversión en el sector, pero el privado debería hacerlo diez veces más.