Barros Blancos, Canelones. Domingo, temprano en la mañana. Un hombre de 26 años va en moto hasta la casa de su ex pareja. Se baja, golpea la puerta, la ventana. Su ex, de 24 años y madre de su hija de cinco, no le abre. Discuten. Mientras, la niña duerme en el mismo colchón en el que estaba su mamá, en el cuarto. El hombre camina hacia la moto. Saca el combustible y se lo echa encima. Empapado, se prende fuego. Rompe la puerta de la casa, va hasta el cuarto y se tira encima de las dos. Los vecinos alertan a la Policía y al tío de la mujer, que vive en el mismo predio, al fondo. El tío entra, saca a la niña y la mete en una piscina que estaba en el patio, después a la mujer. La niña está internada en el hospital Pereira Rossell, con múltiples quemaduras de segundo grado. La madre está en el Centro Nacional de Quemados, con quemaduras en 80% de su cuerpo y vías aéreas. El tío, de 33 años, en el CTI. El atacante, en el Hospital de Clínicas, con 90% del cuerpo quemado. Los tres adultos corren riesgo de muerte.