Si bien el miércoles previo a Semana de Turismo se llevó a cabo un acto en el que la organización Tagma entregó las llaves del nuevo local autosustentable de la Escuela Nº 294 de Jaureguiberry al Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP), y se anunció entonces que las clases en el nuevo edificio comenzarían el lunes después de las vacaciones, esto no se concretó. Según informó ayer el programa De 10 a 12, de Radio Uruguay, la escuela no se mudó al nuevo local porque la Inspección Departamental solicitó la colocación de un cerco perimetral alrededor del edificio, que se ubica sobre la ruta Interbalnearia.

En diálogo con la diaria, Rafael Muñiz, integrante de la Comisión de Fomento de Jaureguiberry y quien trabaja en la puesta en marcha del nuevo local, confirmó que el pedido del cerco perimetral se debe a que el tráfico de la ruta es peligroso para la integridad de los niños que concurren a la escuela. Según explicó, mañana varios padres colocarán un cerco provisorio, hecho con rollos de malla electrosoldada que consiguieron gracias al Municipio de La Floresta y a la colaboración de ellos mismos. Además, prevén que cuando se realice la remodelación del cuartelillo de bomberos próximo a la escuela (donde está previsto que funcione el comedor de la institución educativa), la misma empresa construya el cerco definitivo.

Muñiz estimó que hoy también se realizará la mudanza al nuevo local de la escuela y que mañana comenzarán las clases en el nuevo edificio. Justamente, para mañana está prevista la visita a la escuela del Programa Escolar de Educación para la Salud Bucal, con la presencia de la primera dama, María Auxiliadora Delgado, y de la directora del CEIP, Irupé Buzzetti, que esta semana están recorriendo varias escuelas.

El terreno de la escuela sustentable fue donado por la Intendencia de Canelones y la obra fue realizada en cinco semanas por Tagma y la organización Earthship, encabezada por el arquitecto Michael Reynolds. En total se gastaron cerca de 300.000 dólares, y 60% de los materiales utilizados para la construcción fueron reciclados y mayormente recolectados por los vecinos de la zona.