La Mesa Directiva de Parlamento del Mercosur resolvió viajar a Brasil para entrevistarse con la presidenta Dilma Rousseff y con parlamentarios de ese país, para interiorizarse de la situación política. Ayer sesionó el Parlamento del Mercosur y abordó el tema. Algunos parlamentarios expresaron su preocupación por el viaje y por el hecho de que este pueda interpretarse como un “apoyo político” a Rousseff.

Los legisladores brasileños opositores Renato Molling (Partido Progresista) y Arthur Oliveira (Solidaridad) defendieron la legalidad del proceso de juicio político contra Rousseff. Molling argumentó que en Brasil “la política no está alcanzando sus objetivos de mejorar la vida de las personas”, y por eso “el pueblo salió a las calles”. Aunque las elecciones “fueron democráticas”, actualmente “el país está paralizado, las industrias están cerrando, el gobierno no tiene credibilidad, y eso lleva a que Brasil [...] no pueda desarrollarse”, sostuvo. “Brasil es un estado democrático de derecho [...] No podemos admitir que la cláusula democrática se invoque para una persona que está acusada de corrupción”, apuntó por su parte Oliveira.

El diputado oficialista Ságuas Morales (Partido de los Trabajadores, PT) se refirió a las razones esgrimidas para el juicio político. “El gobierno tuvo algunos atrasos en el reparto de sus recursos, pero todos esos pagos fueron hechos y no hubo perjuicio para los bancos estatales y privados. De todos modos, el Parlamento brasileño no se detuvo en esos puntos; después de las elecciones se creó una animosidad y la oposición se preparó para [...]crear una situación de crisis política, con el apoyo de los medios”, denunció. Calificó el proceso de juicio político como un “golpe a la democracia brasileña” y una acción “contra el voto popular”. “Si el impeachment no confirma el delito, es un golpe de Estado”, sentenció. En el mismo sentido se pronunció el diputado Arlindo Chinaglia (PT). La posición de ambos fue secundada por la diputada argentina Julia Perie, del Frente para la Victoria, quien llamó a “defender la democracia” y rechazó el “golpe en Brasil”.