Ayer la asamblea de socios de la empresa de transporte urbano y suburbano Rápido Internacional Cooperativo (Raincoop) resolvió aceptar la propuesta presentada por la Asociación Sindical de Cooperativistas y Obreros del Transporte, que implica la distribución de sus líneas y trabajadores entre la Cooperativa de Obreros y Empleados del Transporte Colectivo (COETC), la Unión Cooperativa Obrera del Transporte (UCOT) y, eventualmente, la Corporación de Ómnibus Micro Este SA (COME). La iniciativa es parecida a la que presentó la Intendencia de Montevideo (IM) en diciembre y que fue rechazada por Raincoop. “En esa propuesta anterior quedaba gente afuera, ahora se ajustó que [de] aquellos que están efectivamente trabajando en la empresa, no quede ninguno afuera, y eventualmente, entre los trabajadores que quedaríamos en las otras empresas, buscarle un fondo de retiro a aquella gente que se jubiló, la que ya tenía su parte a la venta y se había retirado de la empresa, para que reciban el importe de su participación social”, explicó a la diaria el secretario de Raincoop, Raffaele Pascale. La iniciativa establece que este fondo de solidaridad se forme mediante el aporte de dos jornales mensuales, durante un período de 24 meses, y que el valor compensatorio base de las partes sociales de Raincoop será de 20.000 dólares. También propone que se tome como “padrón base” para la incorporación y distribución el actual, “de 569 personas (55 asalariados y 514 socios)”, descontando luego de los acuerdos especiales con el Banco de Previsión Social (BPS) y el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), “las bajas anticipadas, jubilaciones o casos de enfermedad u otras causales”. El destino de los trabajadores será determinado en un sorteo público y abierto, con la posibilidad de que haya cambios por acuerdo mutuo en un plazo de 24 horas después de realizado el acto. Con respecto a los servicios, la propuesta establece que la IM distribuirá los permisos “mediante el armado de grupos de líneas que resulten equitativos en el ingreso promedio por unidad de cada grupo”. Raincoop explota actualmente las líneas urbanas 2, 14, 17, 21, 71, 76, 77, 79, D10, L12, las suburbanas 221 y 222, y comparte con otras empresas las líneas L17, L18, L20, L21, CA1 y DM1. Pascale dijo que “una vez transcurrido el período de negociaciones y habiendo llegado a acuerdos, la empresa va a dejar de circular como tal y comenzarán a circular las otras empresas, buscando que no haya corte de servicios”, pero aclaró que no hay un plazo establecido. La intención de Raincoop es que participen en las negociaciones la IM, el Ministerio de Transporte y Obras Públicas, el MTSS, el Instituto Nacional del Cooperativismo, COETC, UCOT y COME (empresas que junto con Raincoop se asociaron en Transportistas Unidos de Pasajeros Capital e Interior). Recordó que lo mismo ocurrió cuando Raincoop, COETC y COME absorbieron a la Cooperativa Obrera de Transporte del Sur (Cotsur) en 1992. “Se buscará qué alternativas son las mejores, si se necesita pasar algunos de los ómnibus, porque el objetivo es no resentir los servicios para el usuario”, explicó Pascale.

Década perdida

La crisis de Raincoop quedó en evidencia en diciembre, cuando el Banco República (BROU) decidió cortar la línea de crédito a la empresa. Ese mes, una asamblea de socios decidió aceptar la propuesta de una gerenciadora externa, Lourdes Carbajal, que sería nombrada gerenta, y que prometió conformar un fideicomiso por 1.500.000 dólares para capitalizar la empresa. Los inversores iban a ser una veintena de pequeños empresarios liderados por Filar SA, proveedora de repuestos de ómnibus y acreedora de Raincoop. La propuesta alternativa, de la IM, consistía en distribuir los permisos y 490 trabajadores entre COETC, UCOT y COME, y generar una bolsa de trabajo con los restantes 90 para que se fueran incorporando en la medida en que se fueran generando vacantes. Sin embargo, Carbajal no pudo cambiar la situación de la empresa: no consiguió que el BROU reabriera la línea de crédito ni que se conformara el fideicomiso con los inversores, lo que generó atrasos en el pago de salarios y que se debiera utilizar la recaudación del día para comprar combustible para circular. Ayer, cuatro meses después de su llegada, se aprobó la desvinculación de Carbajal de Raincoop. “El equipo técnico planteó que no habían podido alcanzar los objetivos que se habían trazado, que pretendían retirarse y se aceptó que se desvincularan”, explicó Pascale. Con respecto al crédito de 6,5 millones de pesos habilitado por el BROU la semana pasada, el directivo expresó que se usó “para afrontar el último pago del BPS”, y que se “va a pagar en cuatro cuotas”, y aclaró que el banco “tiene las garantías del subsidio, se va a cobrar las cuotas de leasing (de las unidades) y también las de ese crédito”.

La bruja del 71

Una de las dificultades de la implementación de la propuesta aprobada ayer es que Raincoop emplea choferes, guardas mujeres y conductoras-cobradoras, y COME no. Los directivos de COME han negado que se trate de un tema de discriminación y aducen que ninguna mujer ha superado las pruebas para ingresar a la empresa. Según pudo saber la diaria, sólo una mujer pasó por esas pruebas, y la opción de no tomar empleadas es una decisión empresarial de COME. Sin embargo, Pascale aseguró que sobre este tema no hubo un planteo formal de COME y que “todas las compañeras van a estar dentro del padrón base” con el que se haría el sorteo. La IM tampoco se ha pronunciado sobre esta situación.

El secretario de Raincoop reconoció que tienen “algunas dificultades” para cumplir los servicios y que buscarán “ir solucionándolas de común acuerdo con las otras empresas”. “Contamos con el apoyo de COETC, que nos arrendó cinco unidades para cubrir parte de las faltantes, y UCOT nos hace determinadas reparaciones en vehículos. Procuraremos que la distorsión sea la menor posible. Lo fundamental es preservar todos los puestos de trabajo, la participación social de los socios, la antigüedad de los trabajadores, y que no se vea resentido el servicio publico”, concluyó.