-Traté de aportar en base a las posibilidades que me dieron; sin duda me quedó algo para decir, pero los tiempos de la Justicia no son los tiempos de uno. Antes de entrar comentábamos con Barboza lo increíble que era estar juntos en ese lugar. La verdad es que yo por Julio Barboza tengo un gran aprecio: es una persona que siempre está dispuesta a hablar, a trabajar por el avance de todo esto. Dio su declaración en numerosas oportunidades y siempre lo veo con la voluntad de aportar. Para mí es muy importante cualquier persona que haya vivido esa época directamente, porque contribuye a la reconstrucción. En definitiva, esa es la gente que estuvo allí cuando yo nací.
-¿Cuál es tu impresión sobre este juicio, a partir de las tareas del Grupo de Trabajo por Verdad y Justicia que integrás, que fue creado hace casi un año por el gobierno de Tabaré Vázquez?
-Creo que hay una gran expectativa en este juicio, a pesar de las dificultades que se pueden encontrar por la distancia, por las traducciones, etcétera. Aun así, creo que es una buena posibilidad para llevar a juicio a [Jorge] Tróccoli, algo que no fue posible en Uruguay. En ese sentido, son relevantes los testigos que puedan venir a declarar. Creo, además, que puede ser una ocasión para recopilar otra información que se agregue a la que ya tenemos. Estamos siguiendo el juicio con atención, y esperamos que las pruebas sean suficientes.
-¿Cómo sigue el Grupo de Trabajo el juicio en Roma?
-Tenemos la indicación de la Secretaría de Derechos Humanos de Presidencia de facilitar toda la información necesaria y que sea requerida por las partes y por los interesados en el juicio. Este es uno de los tantos casos en que estamos interesados en hacer un seguimiento: tenemos el objetivo de que la información que se recopile en este juicio, y la que sale de otros, pase a formar parte de lo que ya poseemos. Una vez que la tengamos, y durante todo el proceso de adquisición, pensamos trabajar para digitalizar el material y crear una base de datos que permita trabajar con esa información.
-¿Cuál es el rol del secretario de Presidencia, Miguel Ángel Toma, en ese proceso? ¿Qué enlace tiene con el Grupo Verdad y Justicia?
-Toma actuó a partir del profundo interés que tiene el presidente de la República en lo que sucede en este juicio y, en general, en este tema. Eso se expresó mediante la presencia de Toma en Roma. En este momento él tiene un lugar privilegiado para facilitar el intercambio de material, ya que mucha documentación fue remitida, pero siempre falta información. El secretario de Presidencia ha demostrado un gran interés, y estoy segura, porque lo conozco, de que llevará adelante su tarea con mucha seriedad.
-Entre la información que falta está el legajo de Ricardo Chávez Domínguez. ¿Podés decirnos algo acerca de eso?
-Como grupo de trabajo aún no hemos tenido contacto con Chávez Domínguez; creo que eso podría ser material de conversación con el secretario de Presidencia, si él lo estima pertinente.
-¿En qué punto está la búsqueda de los desaparecidos? Te lo pregunto como miembro del Grupo Verdad y Justicia, pero también por el caso de tu mamá.
-Hasta el momento no se ha recolectado mucha información. Algo nos ha llegado, a raíz de la iniciativa de Familiares 0800, vinculada a los posibles enterramientos. Esa información está siendo trabajada por el grupo de antropología y en el ámbito común que tenemos. Obviamente, para ese material es necesario hacer un trabajo de verificación previa; es una tarea invisible, pero no significa que no se esté haciendo nada. Al revés: ese control es imprescindible por el impacto que la información podría tener en el trabajo de campo. Nos llega una información que no tiene nombres, sino sólo datos sobre enterramientos. A partir de eso se hacen hipótesis. Sobre mi madre, desde 2000 hasta la fecha de hoy no he sabido nada por intermedio de un organismo oficial. En mi doble rol, lo reclamo: la responsabilidad es del Estado en su conjunto, y el Estado debe actuar. Tenemos una causa judicial con 14 años de trámite, que no ha llegado a una condena, aunque haya una acusación de la Fiscalía. En el marco de la causa no ha aparecido otra información. Creo que se necesita una investigación mas profunda. Lo digo por mi caso y por todos los otros.
-Un recuerdo de tu abuelo en relación a toda esa historia.
-Me acuerdo de algo que me dijo en Quito, en 2010, cuando fuimos a declarar ante la Corte Interamericana [de Derechos Humanos]; habían pasado 34 años y él expresó que eso dolía como el primer día.