Según definió Federico Monteverde, presidente del consejo ejecutivo de la Unidad Reguladora y de Control de Protección de Datos Personales, el big data consiste en la capacidad de analizar grandes volúmenes de datos no estructurados y procesarlos “a gran velocidad” para obtener “visiones novedosas” sobre los fenómenos analizados. Monteverde expuso en un encuentro que, con el fin de reflexionar sobre “nuevas métricas y enfoques para la evaluación e innovación en el aprendizaje”, comenzó el miércoles en la sede uruguaya del Banco Interamericano de Desarrollo, organizado por el Instituto Nacional de Evaluación Educativa y el Plan Ceibal. Allí, varios expertos y analistas de distintos países discutieron sobre el uso de los datos masivos -o big data- para la mejora de los desempeños educativos.

Monteverde también consideró que el big data es algo en lo que ya estamos inmersos, en sociedades en las que la información es como el combustible en el siglo pasado, y el análisis de los datos equivaldría al “motor de combustión”. Así, explicó que se trata de contar con datos y con algoritmos para analizarlos con determinada significación.

Es en este contexto que en Uruguay se busca sacar provecho de la gran cantidad de datos de distintos formatos que se generan mediante las diversas plataformas y uso de los dispositivos del Plan Ceibal, y usarlos para mejorar los desempeños educativos de los estudiantes. Según explicó Cecilia Marconi, responsable del Departamento de Monitoreo y Evaluación del Plan Ceibal, actualmente se está proyectando la creación de una única plataforma de big data para la educación. Según dijo, mediante el procesamiento de esos datos se podría identificar comportamientos estudiantiles como el bullying, y también distintas formas de interacción con los docentes. La nueva plataforma, actualmente en etapa de diseño, apunta a primaria y educación media, y se apresta a identificar las preguntas que el sistema educativo quiere responder para saber de qué forma procesar los datos. Además, para que los datos sean de utilidad se busca implicar a las autoridades que toman las decisiones sobre política educativa. Se parte de la premisa de usar los datos “de manera responsable”.

Marconi habló de las plataformas con las que actualmente cuenta el sistema educativo uruguayo -mencionó el sistema Gurí y Uruguay Estudia-, con los que se pasa lista en forma electrónica y se puede seguir las trayectorias de los estudiantes, algo que este año se extendió a la educación media y que permitiría mejorar el vínculo entre los distintos subsistemas de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP). Estas herramientas permiten poner el foco en detectar bajos rendimientos estudiantiles y situaciones que podrían desembocar en la desvinculación del sistema de los niños y jóvenes.

La responsable de Monitoreo y Evaluación del Plan Ceibal también habló de las experiencias de evaluación en línea que se vienen realizando y que permiten tener en tiempo real los resultados de los estudiantes en las pruebas, no sólo para sus docentes, sino también para que los centros educativos puedan conocer la realidad académica de sus distintos grupos. Otra experiencia mencionada fue la de Ceibal en Inglés, un programa de enseñanza de ese idioma en las escuelas mediante videoconferencia con un docente remoto y el acompañamiento de otro en el aula.

Integración

Marconi dijo a la diaria que en el caso del programa de inglés, y a partir de la evaluación en línea, una función de la plataforma permite la “evaluación adaptativa”, que, de acuerdo con los ítems y las respuestas que el estudiante vaya dando, adapta las preguntas siguientes “para determinar de manera corta su habilidad”. Aclaró que se trata de una evaluación sostenida en el tiempo, que permite visualizar el desempeño estudiantil y que también se aplica al programa de segundas lenguas de primaria, que es presencial. De allí se extrae información para ayudar al docente remoto a evaluar cómo el alumno va siguiendo el curso.

Por lo tanto, con la plataforma de big data que está en etapa de diseño se busca “integrar de una manera más comprensiva las diferentes fuentes de datos”, aseguró. “Lo que pasa en el sistema educativo es que cada subsistema [de la ANEP], incluso el Plan Ceibal, tiene su plataforma de datos y sus sistemas de información, que están disociados. La idea de la plataforma es sincronizar esos datos y generarlos en una plataforma única, para tener una visión integral del alumno. Tiene que haber una plataforma única que integre y pueda tener las trayectorias educativas de los estudiantes”, consideró. Además, dijo que se está analizando si sería posible vincularla con otras bases de datos de organismos del Estado, y de esa forma también poder contar con información de las familias y los contextos sociales de los estudiantes. Según Marconi, los plazos de concreción de la iniciativa dependerán del financiamiento que se consiga y de “la prioridad que se le dé a nivel país”.

Marconi explicó que para el diseño de plataforma se trabaja en conjunto con la Unidad Reguladora y de Control de Protección de Datos Personales, para no alejarse de la normativa nacional, principalmente de la Ley de Protección de Datos Personales y Acción de Habeas Data. Según Monteverde, cuando se trabaja con este tipo de plataformas se debe evaluar el impacto que tendría en la privacidad de las personas, para buscar un “equilibrio” de esta con la tecnología y el interés común.