Después de que el PIT-CNT anunciara que realizará “intervenciones” en locales de grandes supermercados en los que se considere que existe abuso al fijar los precios, la Asociación de Supermercados del Uruguay (ASU) solicitó que los trabajadores de esos locales puedan llevar a cabo sus tareas “en las condiciones de paz y respeto que merecen” y, al mismo tiempo, que los consumidores “no se vean afectados” al momento de ir a realizar sus compras. Mediante un comunicado, la ASU plantea que el comercio y los supermercados “no son formadores sino tomadores de precios”, ya que “son el último eslabón de una cadena productiva-distributiva, integrada por productores, industriales, importadores, distribuidores mayoristas, etcétera”. Según entiende la asociación, además de no ser la causa del aumento de los precios, “[los supermercados] muchas veces son un factor clave para amortiguar algunos aumentos”.

Según la ASU, sólo 30% de la población se abastece en las grandes superficies comerciales, mientras que el restante 70% compra en comercios pequeños o ferias. Además, la agremiación plantea que, según datos del Instituto Nacional de Estadística, la inflación anualizada de alimentos y bebidas “viene ubicándose recurrentemente por debajo de la inflación general y del 10% anual”, y lo muestra como un justificativo de que dichos precios no fueron los que dispararon la inflación.