Las legisladoras de la bancada bicameral femenina están juntando firmas de parlamentarios para lograr el máximo respaldo a un proyecto de ley de integración paritaria de las listas, que abarque tanto las elecciones de representantes al Parlamento como las departamentales, de los municipios, de las juntas electorales y de los órganos nacionales y departamentales de los partidos políticos, según establece el texto.

En la exposición de motivos se menciona la experiencia de la llamada ley de cuotas -que rigió en las últimas elecciones pero que ya no está vigente-, que establecía la obligatoriedad de que hubiera una mujer cada dos hombres en la integración de las listas. Evalúa que “todos los partidos hicieron una aplicación minimalista de la cuota”, colocando en general una mujer por terna y en el tercer lugar. La aplicación de la ley tuvo efectos distintos en las dos cámaras. Mientras que en el Senado fueron electas ocho mujeres, “una cifra cercana al umbral de la cuota y excepcional para la historia de Uruguay”, en la Cámara de Representantes “el efecto de la cuota fue menor, alcanzando un 18,2%”. De todos modos, en la exposición de motivos se remarca que “la cuota funciona” y que sin ella “no hubiese sido posible el aumento significativo de legisladoras en el Senado” ni tampoco el salto de 19% de edilas electas en 2010 a 28% en 2015, en las elecciones departamentales. “Es por esto que damos un paso más”, sostiene el texto.

Se recuerda además que Uruguay ocupa el lugar 80 de 143 posiciones en la Clasificación Mundial de Mujeres en los Parlamentos que elabora la Unión Interparlamentaria, y el lugar 12 en 18 países de América Latina. “Esto se constituye como una verdadera paradoja de la democracia uruguaya y no condice con una historia en la que Uruguay fue pionero, en el continente y en el mundo, en el reconocimiento de los derechos civiles y políticos de las mujeres”, señala la exposición de motivos. Concluye que “la puesta en marcha de la paridad en Uruguay supondría una gran transformación de las instituciones y de la vida social y política, cuya implementación requiere no sólo un cambio legislativo sino también un cambio cultural, que permita superar la injusta discriminación entre hombres y mujeres y alcanzar una redistribución paritaria de responsabilidades”.

El proyecto establece, en su artículo 3º, que en la confección de listas de titulares y suplentes en los ámbitos señalados se deberá “incluir en forma alternada y consecutiva personas de ambos sexos, cualquiera fueren los sistemas de conformación”. Si las listas incluyen titulares y suplentes, “se respetará la alternancia y sucesión de personas de distinto sexo en las dos ordenaciones”, es decir, en la lista de titulares por un lado y en la lista de suplentes por el otro.

La iniciativa también regula el sistema de suplencias. Establece que, “cuando se produzca una vacancia, temporal o definitiva, cuyo titular sea del sexo subrepresentado (entendiendo por tal al que tiene menos representantes en relación a la proporción de ambos sexos en la población en general), será suplido por una persona del mismo sexo”.

La diputada frenteamplista Berta Sanseverino (Asamblea Uruguay) explicó a la diaria que se busca sustituir la ley de cuotas, que ya no rige para las próximas elecciones, por una propuesta “muy de fondo, casi revolucionaria”, que cuenta con el aval de ONU Mujeres y del Parlatino. Agregó que el proyecto busca “resolver algunos problemas que hubo” con la ley de cuotas, “que terminaron trampeando los lugares de las mujeres”.