“En la medida en que se realiza esta convocatoria es porque el Poder Ejecutivo está trabajando en un cambio de rumbo”, dijo ayer el presidente Tabaré Vázquez durante la reunión interpartidaria sobre “seguridad y convivencia ciudadana”. “Este es un camino de ida y de vuelta”, agregó el mandatario mientras entregaba a los representantes de los partidos políticos las propuestas que el gobierno planea llevar a cabo, y recibía, a la vez, las de los participantes del encuentro. Entre los temas que aborda el documento entregado por el presidente, dijeron fuentes del encuentro, hay información y propuestas vinculadas con la limitación de la libertad anticipada, las penas alternativas a la prisión, la mejora de mecanismos de persecución por venta de pasta base y por crimen organizado, la regulación de la seguridad privada y la demora de los trámites judiciales.

Si bien todos los integrantes del encuentro destacaron el buen clima del encuentro, la posibilidad de llegar a acuerdos no parece muy probable, incluso por las diferencias que existen dentro de la propia oposición, por más que el ex candidato a la Intendencia de Montevideo por el Partido de la Concertación Edgardo Novick (que llevó al ex ministro del Interior Guillermo Stirling como asesor) aseguró que “en el 50% de los temas estamos de acuerdo”.

Los dos partidos tradicionales actuaron de forma similar en la reunión. Ambos reclamaron la renuncia del ministro del Interior, Eduardo Bonomi; e incluso el Partido Colorado (PC) insistió en que “para que exista un cambio real” de la política de seguridad “se hace impostergable un cambio en el Ministerio del Interior”. En cambio, Novick, el Partido Independiente y Unidad Popular (UP) no pidieron la remoción de este jerarca. “Ojalá el problema fuera tan fácil. No le ha ido bien y tenemos diferencias importantes, pero también vimos que hubo mucho esfuerzo y se han buscado cambios”, opinó el senador independiente Pablo Mieres sobre la gestión de Bonomi. El presidente volvió a ratificar al ministro en su cargo: afirmó en el encuentro que “por el momento no habrá cambios en el ministerio”, e incluso manejó la posibilidad de que el jerarca asista a la próxima reunión interpartidaria sobre seguridad, que se celebraría en unos diez días.

Los diagnósticos y las medidas impulsadas por los partidos también generan diferencias entre las agrupaciones. El Partido Nacional presentó una batería de 29 proyectos de ley que, en palabras del senador Javier García, buscan “acabar con el recreo” que se vive en materia de seguridad actualmente, y “defender los derechos de la gente”. “Es necesario un cambio de rumbo, de asumir que hay que ejercer la autoridad y que hay que terminar con un país donde los ciudadanos nos sentimos presos en nuestras casas, mientras muchos de los que deberían estar presos están libres, y otros que están presos se van enseguida”. Los blancos evitaron hablar de endurecer penas, pero el presidente del directorio nacionalista, Luis Alberto Heber, fue quien ilustró mejor el sentido de estos proyectos: “Nuestro Código Penal es benigno, ya que permite el delito como se está dando. Creemos que tenemos que endurecer nuestra sociedad porque hoy estamos acosados por la delincuencia”.

Las propuestas del PC presentaron varias coincidencias con los blancos, en la “lucha frontal contra el narcotráfico”, la suspensión de las salidas transitorias y las libertades anticipadas a los reincidentes.

En cambio, los representantes de UP admitieron que existen “diagnósticos distintos”. El diputado Eduardo Rubio consideró que “no hay solución aumentando penas o solamente con más represión, porque acá las cárceles están más llenas que nunca y los problemas de inseguridad siguen sin tener solución”. En tanto, el ex candidato a la presidencia de este partido Gonzalo Abella se mostró preocupado porque algunos enfoques buscan “barrer para abajo de la alfombra”: “La situación carcelaria no se tocó, y es realmente angustiante”.