33,9% de las embarazadas dijo haber consumido alcohol durante el embarazo. La cifra surge de un estudio realizado en Uruguay en 2011, que fue citado ayer por el titular del Ministerio de Salud Pública (MSP), Jorge Basso, quien dio -junto a la directora general del Consejo de Educación Secundaria, Celsa Puente, y la senadora Verónica Alonso- una conferencia de prensa al término de la Comisión para la Regulación del Consumo de Alcohol. El ministro citó también un estudio del Centro Hospitalario Pereira Rossell según el cual 49,78% de los recién nacidos en ese centro tenía en el meconio sustancias que evidenciaban que la madre había consumido alcohol durante el embarazo.

La comisión resolvió dar un ciclo de conferencias, y la primera tratará, precisamente, sobre el consumo de alcohol durante el embarazo. Basso afirmó que el alcohol “afecta al desarrollo fetal y al recién nacido”, y explicó que lo que se denomina síndrome alcohólico fetal produce “anomalías faciales características, retraso en el crecimiento y trastornos en el neurodesarrollo del sistema nervioso central”. Agregó que “el consumo de alcohol en la gestación se considera la primera causa de defectos congénitos no heredables y cien por cien evitables”.

Otra charla estará dedicada a la relación entre el consumo de alcohol y las enfermedades hepáticas. Basso informó que “40% de los trasplantes hepáticos están vinculados al consumo de alcohol”.

Alonso, por su parte, sostuvo que es necesario “estudiar la regulación de la producción y comercialización” de bebidas alcohólicas. Por eso, dijo, la comisión convocará, en su próxima sesión, a actores vinculados a esos sectores de actividad, entre los que mencionó a vitivinicultores, bodegueros, al Instituto Nacional de Vitivinicultura, a Fábricas Nacionales de Cerveza, a fabricantes de licores, exportadores e importadores, y hasta a la Unión de Vendedores de Nafta del Uruguay, debido a que muchas estaciones de servicio también venden bebidas alcohólicas.

Pase extendido

Durante los ocho fines de semana de enero y febrero se llevó adelante en Rocha y Canelones el proyecto piloto Free Pass, que dejaba entrar gratis a los boliches a los jóvenes que pasaran un control de espirometría con resultado cero, con el objetivo de minimizar el consumo de alcohol en “la previa”. Debido al éxito que tuvo, se extenderá, anunció Basso.

Agustín Lapetina, integrante del equipo de Alcohol y Drogas del MSP, explicó a la diaria que la propuesta fue muy bien recibida por instituciones, bolicheros y jóvenes, y que la idea es comenzar en este primer semestre en Montevideo y extenderla al interior en la segunda mitad del año. Lapetina señaló que se busca “retardar la hora de inicio del consumo de alcohol, de ‘la previa’, para llegar con una graduación de alcohol menor o nula a un boliche donde seguramente se siga tomando”. Destacó que eso “reduce los riesgos de intoxicaciones severas y de problemas de convivencia dentro del boliche”. Además, “si se toma dentro de los boliches y un poco más caro que afuera, pero se toma menos y en un contexto de mayor protección, desde el punto de vista de la política pública es un gran éxito vinculado a la salud de los usuarios”, aseguró.