La nota salió publicada el viernes 27 en el portal Átlátszó y desde ese día el tema ha sido central en la agenda política de Hungría. La documentación a la que accedió ese medio de investigación húngaro confirmaría que en los últimos años importantes dirigentes políticos de ese país -estrechamente vinculados al primer ministro, el conservador y derechista Viktor Orbán- tramitaron la residencia en Uruguay y han comprado inmuebles en varias zonas de Montevideo. El gobierno uruguayo, según pudo saber la diaria, ya está al tanto de esta situación y analizará en las próximas horas cómo procederá frente a la denuncia.

Uno de los datos de la investigación periodística resulta particularmente llamativo. El artículo de Átlátszó, firmado por la periodista Rádi Antónia, revela, con base en documentos de la Dirección General de Registros del Ministerio de Educación y Cultura uruguayo, que el empresario húngaro Miklós Németh es el propietario de un lujoso apartamento en la rambla de Malvín. Se trata de un inmueble en el octavo piso del edificio Aquarius, ubicado en la calle Colombes, a metros de la rambla República de Chile, que Németh compró en enero de 2014 por un monto de 723.810 dólares. La nota agrega que el escribano que participó en la transacción fue el uruguayo Fernando Brusco Payssé y que el comprador húngaro certificó que su domicilio en Montevideo es un apartamento ubicado en la calle Sarandí, en la Ciudad Vieja.

¿Quién es Miklós Németh? La nota de Átlátszó, que en español significa “Transparencia”, lo explica con lujo de detalles. Németh es el director general y uno de los accionistas de Közgép, una de las mayores empresas constructoras húngaras, que desde la llegada de Orbán al gobierno, en 2010, se ha especializado en firmar contratos de obra pública, a partir de recursos económicos provenientes del presupuesto húngaro y de la Unión Europea. Otro socio de Közgép, según la investigación, se llama Lajos Simicska; fue durante años uno de los principales asesores de Orbán -según la nota, eran compañeros en la secundaria- y responsable de las finanzas del Fidesz, el partido derechista y conservador que ambos integran. La relación entre Orbán y Simicska comenzó a deteriorarse en 2014 y desde ese momento se han publicado decenas de artículos periodísticos en Hungría acerca de la denominada “guerra de los oligarcas”. Para algunos, según la nota de Átlátszó, estas tensiones entre el primer ministro y gente de su entorno se explicarían por la creciente cercanía de Orbán con el presidente ruso Vladimir Putin; para otros, sin embargo, el distanciamiento de Orbán y Simicska tendría más bien que ver con el destino de los millonarios fondos públicos que recibió la constructora Közgép durante estos años de gobierno del Fidesz. Hace algunos meses, otra investigación reveló que el presidente de la empresa, Zsolt Nyerges, tenía intereses inmobiliarios en la isla Madeira, en Portugal; en este contexto de denuncias, esta investigación sobre la “pista uruguaya” de supuestos blanqueos de capitales provenientes de contratos de obra pública pasó a ser sumamente relevante para la agenda política húngara. En paralelo a la investigación que vincula a Németh con el edificio de Malvín, la periodista húngara accedió a documentación que relaciona la dirección que aparece en el registro del MEC con los intereses inmobiliarios de otro ciudadano de Hungría: Iván Szabó, quien también tiene propiedades en Montevideo. Szabó, según el artículo, es un abogado de Budapest que asesora al gobierno de Orbán, en los ministerios del Interior y de Agricultura, así como en varios ayuntamientos.

Además de las copias de los documentos del MEC, el sitio web de Átlátszó -que anuncia, por otra parte, que cuenta con más información sobre presuntos negocios inmobiliarios de políticos húngaros en Montevideo- ilustró la nota con una imagen publicitaria que circuló cuando se puso a la venta el apartamento en el edificio de Malvín. En aquella promoción se destacaban aspectos como la “excelente construcción”, la “vista despejada” con orientación norte y que el garaje y las conexiones estaban incluidas en el valor del inmueble. También figuraba el precio de la “excelente oportunidad”: 175.000 dólares.