El 13 de abril la Cámara de Senadores aprobó el proyecto de ley de Derechos de Autor, que fue impulsado por la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU) con el objetivo de favorecer el acceso a materiales de estudio. Pero el proyecto ha sido fuertemente criticado por la Asociación General de Autores del Uruguay (AGADU) y la Cámara Uruguaya del Libro. La principal discrepancia refiere a dos pasajes del texto: el que establece como lícita “la reproducción hecha por cualquier medio, sin autorización del autor o titular, de una obra o prestación protegida, ordenada y obtenida por una persona física, en un solo ejemplar para su uso personal y sin fines de lucro”; y el que deroga la sanción económica prevista por la ley actual a quien reproduzca o haga reproducir sin fines de lucro una obra, interpretación, fonograma o emisión sin autorización escrita del autor.

La discusión pública que se generó se encauzó de buena manera en una comisión formada a instancias del PIT-CNT, donde están representados la FEUU, AGADU y la Cámara del Libro, que trabaja en la redacción de un texto que convenza a las tres organizaciones.

“Estamos en plena negociación”, informó a la diaria Nicolás Brener, integrante de la FEUU e impulsor del proyecto. “Hay un diálogo fluido entre las organizaciones. La idea es tener un equilibrio, y estamos en ese camino. Todavía no hay un texto acordado, pero estamos trabajando en eso”, explicó, sin dar detalles acerca de la discusión.

Alicia Guglielmo, integrante del directorio de la Cámara del Libro, comentó que la comisión está logrando llegar a un acuerdo. “Estamos trabajando en buscar consensos, cada uno cediendo en algo, de modo que la sociedad se vea beneficiada con un buen proyecto de excepciones y limitaciones al derecho de autor, que atienda lo que debe atender, como las bibliotecas, el derecho de cita prolijamente, cosas que faltaba incorporar a la Ley de Derecho de Autor. Estamos trabajando de forma sensata y con mucho cuidado, para que quede un conjunto de artículos que sean coherentes entre sí, que sean sólidos y que atiendan lo que deben atender, sin dañar a la industria cultural”. Puntualizó que “se van a redactar nuevamente algunos artículos, y hemos llegado a la idea de eliminar otros”.

Por su parte, Diego Drexler, integrante de AGADU, resaltó que el intercambio ha sido muy positivo y constructivo y que se ha llevado a cabo “desde un lugar de entendimiento de la situación y de querer solucionar este tema”.

Discusión parlamentaria

La Comisión de Educación y Cultura, que tiene a estudio el proyecto de ley, iba a comenzar a recibir delegaciones, pero no lo hizo porque AGADU y la FEUU les informaron que están trabajando en una propuesta y esperarán ese insumo, explicó a la diaria el diputado del Frente Amplio (FA) Sebastián Sabini.

En paralelo, la bancada de diputados del FA formó un grupo de trabajo que está coordinando con la bancada oficialista del Senado para redactar un texto que conforme a todas las partes, dijo Sabini. Ese grupo se reunió ayer por primera vez y la semana próxima recibirá a las delegaciones; el legislador manifestó que se creó ese espacio porque allí están representados todos los sectores del FA, y de esa manera se aseguran de que el texto cuente con el acuerdo de los senadores oficialistas, porque la idea es aprobarlo antes de que los parlamentarios comiencen a tratar el proyecto de Rendición de Cuentas.

Sabini expresó que el objetivo es “regular el acceso a materiales de estudio mediante fotocopias, sin lesionar el derecho de los autores”. El principal trabajo está en “blindar la inconstitucionalidad que algunos han señalado en el proyecto”, y en resolver el tema de la penalización: “hay diferentes alternativas, desglosarlo, mantenerlo o quitarlo”, adelantó. Agregó que se intentará hacer más específico el texto, porque “habla de copia personal pero no del origen de la copia, que tiene que ser original y legítimamente obtenido”.