Buscando “recuperar la voz de los educadores” y aportar información de utilidad para el debate y la formulación de políticas dirigidas a promover el desarrollo de la profesión docente, el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineed) realizó entre octubre y noviembre del año pasado la Encuesta Nacional Docente, cuyos resultados presentó ayer.

Se trata de la primera encuesta a nivel nacional que abarca a docentes de educación inicial, primaria y media que se desempeñan en centros educativos públicos y privados, urbanos y rurales de todo el país. Un total de 5.857 brindaron datos sobre su formación, el trabajo en los centros educativos, el acompañamiento y apoyo profesional que reciben en el desarrollo de su tarea, su situación económica, el reconocimiento profesional y social de su rol y su salud ocupacional.

Una primera mirada sobre las características de los docentes da cuenta de una alta feminización en la educación inicial y en mayor medida en el ámbito privado. Si bien en secundaria y en la educación técnica la proporción de profesoras mujeres es menor que en los niveles iniciales, sigue siendo notoria la diferencia; en el primer caso son 70% (tanto en el sector privado como en el público) y en el segundo, 58%.

La mayoría de los docentes en todos los niveles educativos tiene entre 30 y 50 años. Se observó una caída relativa del peso de los docentes jóvenes, de hasta 29 años, entre 2007 (según el Censo de la Administración Nacional de Educación Pública) y 2015, y, como contrapartida, un aumento de los que tienen entre 50 y 59 años en el mismo período.

Los maestros son el cuerpo docente con mayor índice de titulación. En primaria tienen títulos 100% de los docentes en la actividad pública y 93% en la privada. En educación secundaria y técnica la proporción de docentes con título desciende a 67% en los liceos públicos -donde el Ineed destaca el aumento con respecto al 59% de 2007- y 57% en los privados, y a 41% en la técnica.

Aun así, los docentes manifiestan carencias en su formación. Si bien en 90% de los casos entienden que les aportó sobre el contenido de la disciplina que transmiten y en 70% sobre estrategias de enseñanza y didáctica, más de la mitad dice que “no les sirvió para nada” a la hora de educar, “teniendo en cuenta la heterogeneidad sociocultural”. Una gran cantidad de docentes manifiesta que no han sido formados para contar con “habilidades para enseñar TIC” (tecnologías de la información y la comunicación) a alumnos con “dificultades de aprendizaje” o con discapacidades. Las principales demandas de capacitación responden, precisamente, a estos últimos puntos.

En educación inicial y en primaria la mayoría de los docentes trabaja en un solo centro, pero en educación media la mayor parte lo hace en más de uno. En particular, 20% de los profesores de secundaria trabaja en tres o más centros educativos. Consultados sobre su interés en modificar su carga horaria, 24% demanda más horas de trabajo, y la mitad de ellos dice que no las tomó porque no había horas disponibles. Por otra parte, 38% preferiría tomar menos horas y un porcentaje similar se inclina por mantenerse en la misma cantidad.

Otra pregunta fue si comparten con las personas con las que trabajan un “proyecto de centro en común”; en las respuestas a este interrogante hubo altos grados de acuerdo en primaria, tanto en la pública (86%) como en la privada (83%), frente a porcentajes algo menores en secundaria privada (76%) y pública (57%), así como en enseñanza técnica (53%).

Sobre el sistema de acompañamiento y apoyo profesional, que tiene que ver con la retroalimentación que reciben de su superior inmediato, ocurre en mayor medida (en 60% de los casos) en educación inicial y primaria tanto pública como privada. Llega a 50% en secundaria privada y a 30% en el ámbito público y en la educación técnica. Por otro lado, 28% dice que nunca recibió una inspección, y 53% manifiesta lo mismo en la enseñanza técnica.

También se abordó el reconocimiento profesional y social que reciben los docentes, quienes dieron cuenta de que en el caso de la educación inicial y primaria proviene en mayor medida de los padres, en especial en el sector privado. En secundaria el mayor apoyo proviene de los alumnos, y en el ámbito privado también de sus compañeros y de la dirección del centro. En el caso de la educación técnica, los docentes sostienen que el escaso reconocimiento que reciben proviene del alumnado, pero 40% declara no haber recibido ningún tipo de reconocimiento a lo largo del año de la encuesta. En ninguno de los casos se recibe suficiente respaldo de integrantes de la comunidad donde se localiza el centro.

10% de los maestros y 11% de los docentes de educación técnica declaran haber sufrido algún tipo de discriminación. Por otra parte, los episodios de violencia física, acoso y abuso tienen lugar en 15% de los casos, en mayor medida en el ámbito público.

En general, la amplia mayoría de los docentes se consideran “satisfechos” con su educación, entorno, vida social y salud, pero no con su situación económica; con este último punto sólo 30% se manifiesta conforme.