Ayer, en Bruselas, los negociadores por la Unión Europea (UE) y el Mercosur intercambiaron ofertas arancelarias en el marco de la negociación por un acuerdo de libre comercio entre ambos bloques. En un comunicado conjunto emitido luego del encuentro, ambas partes reafirmaron “su total compromiso en esta negociación, con la perspectiva de importantes beneficios económicos y políticos” en busca de un “acuerdo ambicioso y equilibrado”, que implique la apertura de los mercados de “bienes, servicios y establecimiento y licitaciones gubernamentales”. En el mismo texto ambas partes señalan que analizarán las ofertas respectivas y volverán a reunirse antes de mitad de año.

No obstante, según dijo a AFP una fuente del Mercosur que participó en el encuentro, “nadie se fue del todo satisfecho” de la reunión. Tal como se había adelantado, la carne vacuna y el etanol quedaron fuera de la oferta de la UE, que no ofreció cuotas de acceso sin aranceles y en cambio detalló que estas se definirán “en el futuro”. Es que 20 países europeos, liderados por Francia, pidieron en abril un estudio de impacto sobre el efecto que tendría un acuerdo de libre comercio que incluyera la apertura a las exportaciones agrícolas del Mercosur. Cecilia Malmström, la comisaria europea de Comercio, dijo que el estudio estará pronto en unos seis meses, pero advirtió que hay que “tener las buenas cifras”, precisando, por ejemplo, que 60% de las importaciones del bloque europeo desde el Mercosur “corresponden a soja y forraje para el sector porcino”.