“No renuncié. Lo que hice fue anunciar que iba a renunciar”, dijo ayer a la prensa el presidente del Banco de la República (BROU), Julio César Porteiro, que el martes envió un correo electrónico a los 4.200 funcionarios de la institución adelantando su decisión de dejar el cargo. El jerarca explicó que elaboró un cronograma planificado para desvincularse de manera ordenada en acuerdo con el titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), Danilo Astori, y que, antes de informar a los medios de comunicación, figuraba comunicar el anuncio de su salida al directorio, la gerencia y los funcionarios. Esta divulgación, de la que se enteró la prensa, “provocó la entendible reacción de los medios, ávidos de mayor información”. Porteiro asumió como presidente del BROU el 21 de abril de 2014 en sustitución de Fernando Calloia, quen renunció a raíz de su procesamiento sin prisión por el delito de abuso de funciones en la causa que investiga la liquidación de Pluna. “Recibí el ofrecimiento para integrarme como presidente del BROU. Eran circunstancias muy complicadas para el banco”,contó Porteiro. Luego precisó que aceptó la propuesta, pero que desde un primer momento anunció, incluso públicamente, que su “presencia en el banco sería transitoria”, y que su “programa de vida, con 76 años de edad, tiene marcadas algunas etapas a cumplir”. Porteiro hizo un repaso de su gestión y de su planteo de “la necesidad de hacer cambios sustantivos en la institucionalidad del banco y en su organización”, que llevaron a poner en marcha desde junio de 2014 la iniciativa denominada Visión BROU 2020. La idea, que implica cambios en el modelo de negocios del banco, el modelo de atención y “hacer un esfuerzo para racionalizar los costos”, se encuentra en ejecución y seguirá hasta 2020.

Porteiro dijo que en marzo de 2015 se reunió con Astori y le recordó que había hablado un año antes de la posibilidad de su desvinculación al año de asumir, y que el titular del MEF le sugirió si no creía conveniente “prolongar” un poco más la gestión, porque “las cosas que estaban cambiando recién habían iniciado su proceso”. “Yo le dije: estoy de acuerdo, me quedo un año más. Me voy a ir después del primer año del nuevo gobierno. Trabajé y voy a seguir trabajando en el banco como si no me fuera nunca”, añadió. Porteiro dijo que se volvió a reunir con Astori en febrero, y en esa ocasión acordaron su salida del BROU, pero mediante una transición, que el presidente de la institución planificó detalladamente: “La primera semana empieza el 7 de marzo y la última termina el 20 de mayo. Programé semana a semana lo que creí que teníamos que hacer, tanto en el MEF como el BROU”, explicó. Sin embargo, aclaró que tiene programada una actividad familiar para el 23 de mayo, pero si su desvinculación “no se ha procesado”, pedirá licencia y el 7 de junio estará de vuelta “ocupando la presidencia del banco”.

Finalmente, afirmó que comparte con el ex presidente Mujica que Calloia “ha sido el mejor presidente” del BROU de los últimos diez años, pero precisó que tanto Calloia como él lideraron equipos y que “la responsabilidad y los logros” son de los equipos. También descartó eventuales desavenencias con Sylvia Naveiro y Adriana Rodríguez, dos integrantes del directorio del banco que algunos medios de prensa señalaron como las responsables del anuncio de la renuncia de Porteiro, por sus discrepancias con él. Explicó que durante su mandato se tomaron 3.005 resoluciones y sólo en 25 no hubo unanimidad, mientras que sólo en cuatro hubo votos en contra. Una de ellas fue la semana pasada, cuando Porteiro votó a favor junto “a las dos mujeres involucradas”.

En cómodas cuotas

Consultado sobre el retraso en la distribución de las utilidades del BROU que afecta al Fondo para el Desarrollo (Fondes), Porteiro dijo que la carta orgánica del banco establece, de acuerdo a exigencias del Banco Central del Uruguay (BCU), “algunos límites mínimos para el patrimonio del banco”. “El BROU sólo puede distribuir utilidades en la medida en que no traspase ese límite de patrimonio mínimo. Bajo ninguna circunstancia puede distribuir utilidades que lleven su patrimonio a una relación que sea inferior a 1,3 veces el patrimonio mínimo que exige el BCU. Las utilidades son uno de los componentes del capital, del patrimonio del banco, y cuando distribuye utilidades, baja el nivel patrimonial”, explicó. El jerarca agregó que otro elemento a tener en cuenta es que la ley prevé dos posibles destinatarios de las utilidades: Rentas Generales, que puede solicitar hasta 50%, y el Fondes, que tiene un tope de 30%. “Es la primera vez que el Fondes está bajo esta normativa, porque la ley fue sancionada recientemente”.

El jerarca dijo que el año pasado, cuando “llegó el planteo” del MEF, y para “manejar con mucho cuidado la liquidez del banco”, acordó con ese ministerio “un régimen de pago en cuotas para ir graduando los golpes que la distribución de utilidades deja caer sobre la liquidez de un banco”. “Queda esa instancia de negociar con el Poder Ejecutivo hasta dónde es posible negociar el pago en cuotas de las utilidades que estamos obligados a distribuir”, concluyó.