A dos años de la aprobación de la Ley de Inclusión Financiera que facilita el pago por medios electrónicos, miles de comercios minoristas y almacenes aún no lo aceptan o ponen condiciones a su uso. Algunos solicitan un monto mínimo para el pago con tarjetas, porque entienden que las comisiones que estas cobran “anulan” las ganancias. A eso se suma que el dinero les llega tres semanas después de la venta, lo que complica las maniobras de ingresos y egresos de las pequeñas empresas.

El artículo 64 de la Ley 19.210, promulgada a fines de 2014, prevé la “equiparación entre el pago con efectivo y el pago con tarjeta de débito o instrumento de dinero electrónico”. Dice que los comercios no podrán cobrar un precio mayor por pagar con tarjeta y también prohíbe ofrecer beneficios exclusivos, “monetarios o no”, por el pago en efectivo.

El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) decidió preparar un proyecto de ley que establezca que los comercios “no podrán poner un monto mínimo para aceptar el pago con tarjeta de débito, crédito o dinero electrónico”, dijo el coordinador del Programa de Inclusión Financiera y Bancarización, Martín Vallcorba, a El País. El asesor del MEF aclaró que el “espíritu” de la Ley de Inclusión Financiera es el de que el efectivo no tenga “un trato más favorable” así que se busca evitar que la tarjeta de débito o dinero electrónico sea “discriminada”. Los comercios no están obligados a aceptar medios electrónicos, pero si deciden hacerlo, no podrán establecer restricciones, explicó.

El vicepresidente de la Cámara Nacional de la Alimentación y el Centro de Almaceneros Minoristas, Baristas y Afines del Uruguay (CAMBADU), Daniel Fernández, representante de los pequeños comercios, señaló dos problemas: las comisiones que cobran estos medios electrónicos por cada venta y el tiempo que corre hasta que efectúan el pago. “Lo más abusivo de todo son los tickets alimentación”, dijo.

Las tarjetas de débito cobran una comisión de 2% de la venta; las de créditos, 4,5%, y los tickets alimentación 5% en los almacenes y 7,5% en los servicios gastronómicos. Además, las tarjetas de crédito retienen 9% del IVA por adelantado.

En cuanto a los plazos de acreditación del dinero de la transacción, las tarjetas de débito lo reintegran en 48 horas, mientras que las de crédito y los tickets en 21 días. Por su parte, alquilar un POS (aparato para efectuar la transacción por débito, crédito o ticket -ahora que son electrónicos-) tiene un costo de 900 pesos mensuales. Para Fernández, todos estos factores hacen que al pequeño comercio le sea “poco menos que imposible” adoptar esta tecnología de pago.

Flexiones

El MEF aprovechará el proyecto de ley que prepara para saldar el tema del uso de mínimos para el pago con dinero electrónico y establecer también modificaciones sobre otros puntos.