Luis Almagro, en su carácter de secretario general de la Organización de Estados Americanos, se trenzó en una dura polémica pública con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, a quien calificó de “dictadorzuelo”. Desde el Movimiento de Participación Popular (MPP), el sector al que pertenecía, consideraron que luego de este incidente ya no podía formar parte de la agrupación. “Es hora de que le deje lugar a algún otro bala perdida que, tal como ocurrió con él en su momento, quiso entrar en el MPP porque es el único sector político grande al que se puede ingresar sin que nadie se ponga a pensar ni siquiera dos minutos acerca de si este ingreso tiene sentido”, expresaron desde la interna sectorial. El senador y ex presidente José Mujica, uno de los principales impulsores de la carrera política de Almagro, fue en esta instancia muy duro con él. “Se acabó. Adiós, Almagro”, declaró el martes al periódico El Observador. Pero Mujica también fue duro con el mandatario venezolano, de quien dijo que está “loco como una cabra”. De todas maneras, aclaró que eso no significa que exista “ningún tipo de distanciamiento” entre ambos. “Al contrario, eso nos hermana. No nos olvidemos que yo también estoy loco como una cabra. Mi única diferencia con Maduro es que yo lo reconozco, pero, como bien se sabe, eso no es síntoma de que uno esté bien de la cabeza”. Lejos de considerar esta situación un problema, el senador opina que es “una gran puerta de entrada para nuevas oportunidades”. “En caso de que Donald Trump asuma la presidencia de Estados Unidos, seguramente se van a generar unos conflictos bárbaros. Ahí yo, y esto lo digo con toda la humildad que entra en mi corazón, podría mediar entre ambos. Porque Trump también está bastante loco, y entre locos nos entendemos. Sería algo así como los Tres Chiflados: nos pelearíamos todo el tiempo por motivos absurdos, pero de alguna manera siempre terminaríamos juntos y entendiéndonos”.