El sábado la Federación Rural del Uruguay (FRU) festejó su 99º congreso en Florida, decidida a encarar la “pérdida de competitividad” que llevó “al deterioro económico del productor rural y del país”, según la declaración final. Se reclamó al Ejecutivo la declaración de “estado de emergencia” para la lechería en el corto plazo, porque la situación es “insostenible”. El nuevo presidente electo, Jorge Riani, dijo estar “convencido” de que se viene “una lucha de gremios” y sostuvo que la gremial necesita “más profesionalismo y jerarquía” para encarar las discusiones con el gobierno.

Si bien hubo reclamos al Ejecutivo durante toda la jornada, el representante convocado -el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre- sólo respondió a lo dicho por el ex presidente de la FRU Carlos María Uriarte, quien, en su comparecencia, elogió las políticas argentinas de protección de inversiones.

Uriarte remarcó la necesidad de “generar confianzas y expectativas en el sector, tal cual lo ha hecho [el presidente argentino, Mauricio] Macri”. En diálogo con la diaria, explicó que esas “alentadoras” políticas han despertado entusiasmo entre los argentinos. “Hay optimismo y confianza en el sector, lo que [...] más adelante, puede llegar a implicar una amenaza para Uruguay”, por la competencia para el sector local.

Aguerre, por su parte, dijo discrepar “en el enfoque técnico, en el manejo de la información y en la solidez estadística de algunas afirmaciones” de Uriarte y afirmó que “lo que ha hecho Uruguay en los últimos diez años” es “exactamente” lo que el dirigente elogió del gobierno argentino. El ministro sostuvo que las relaciones de precios “son las más bajas de la historia” y que “la competitividad del país no puede estar basada en el salario que hay que pagarle al peón”. Ante esto, Uriarte consideró que “eso puede ser real hoy, pero a la hora de la verdad, y sobre todo para productores medianos y pequeños, eso no corre”.

“Ciegos”

El nuevo presidente, miembro de una familia con larga trayectoria en la FRU, oriundo de Artigas, donde explota un establecimiento, realizó una breve alocución. Dijo que la FRU seguirá “abierta al diálogo” con el gobierno, pero estimó que para esto “precisamos que este sea un gremio de pantalones largos”. “Precisamos estar preparados, profesionalizar y jerarquizar la federación, contratar a técnicos para que nos ayuden; porque a veces estamos trabajando con ovejas, nos bañamos y vamos a enfrentar a un ministro. Nos mandan a la guerra con un tenedor de plástico”, opinó, y advirtió que “a partir de ahora va a ser una lucha de gremios, y no más una lucha de partidos”.

Según dijo el vicepresidente de la gremial, Miguel Sanguinetti, a la diaria, Riani se refería a los impuestos que han recaído sobre el sector. “El PIT-CNT se tira a defender que le saquen al campo, que le pongan más impuestos, de una forma muy equivocada, porque se jacta de defender a los trabajadores, y si hay algo que ha producido trabajo en Uruguay ha sido el campo”, consideró.

El presidente saliente, Fernando Dighiero, se refirió, en el cierre del evento, a la secuencia de impuestos “ciegos” con que se ha gravado al agro en los últimos tiempos: “el Impuesto al Patrimonio, después Primaria y siguió el aumento de la Contribución Rural y sus limitantes establecidas a la exoneración”. Reclamó que le hubiera gustado conocer la opinión del ministro en temas tan importantes como el bolsillo del productor”, a lo que el aludido respondió que no contestaba “discursos que no me hicieron”.