En Alianza Nacional (AN), el sector nacionalista que orienta Jorge Larrañaga, persiste cierta disconformidad con el accionar de la senadora Verónica Alonso. El anuncio de la presentación conjunta de un proyecto de ley sobre la prohibición de ingreso de funcionarios al Estado, que la legisladora viene trabajando junto con el senador colorado Pedro Bordaberry, generó sorpresa en algunos legisladores aliancistas y hasta molestia en otros.

Según informó El País ayer, el proyecto busca limitar durante cinco años el ingreso de funcionarios al sector público, salvo por “razones inminentes”, en los rubros de salud, educación y seguridad. Las excepciones serían para la Administración Nacional de Educación Pública, la Universidad de la República y la Universidad Tecnológica. La prohibición del ingreso de funcionarios públicos regirá en los escalafones de la Oficina Nacional de Servicio Civil, en las dependencias de la administración pública, en las empresas públicas y en las entidades públicas no estatales, dijo Alonso a la diaria. “Estamos analizando si llevarlo o no a gobiernos departamentales”, añadió.

La senadora dijo que la iniciativa planteada por el ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, de que por cada tres funcionarios que se retiran de la función pública entren dos, es “insuficiente”, y cuestionó al gobierno de José Mujica, durante el cual hubo un aumento del número de funcionarios públicos “espantoso”. Buscarán que el proyecto de ley cuente con el apoyo del senador del Partido Independiente Pablo Mieres, e incluso de legisladores del Frente Amplio.

Sin embargo, tanto en la bancada de senadores como en la de diputados de AN generó sorpresa el anuncio de Alonso. Los senadores Guillermo Besozzi y Carlos Camy dijeron que se enteraron por la prensa de la iniciativa. El diputado Jorge Gandini dijo que para reducir el ingreso de funcionarios al Estado lo deseable sería “fijar criterios para estos ingresos, más que prohibirlos”.

Otros legisladores de AN describieron que Alonso “es muy solitaria y se maneja de forma autónoma”, a la vez que “participa poco en el entorno” del sector político. El episodio que marcó un quiebre en la relación de Alonso con el resto de la bancada, dijeron desde el sector, fue cuando la senadora impulsó un diálogo entre el presidente Tabaré Vázquez y el “jefe” de la oposición, Luis Lacalle Pou.

Alonso respondió a las críticas y defendió su iniciativa: “Ya he hablado con Larrañaga y Jorge está para acompañar este proyecto”.