Luego de que se conocieron los últimos datos sobre la evolución de la economía, que dan cuenta de un claro enlentecimiento, varias fuentes del gobierno reconocieron que durante el Consejo de Ministros se comenzó a discutir la realización de un “fuerte ajuste” en los gastos del Estado. El presidente Tabaré Vázquez quiso aclarar que Uruguay tendría que evitar a toda costa seguir el camino de Argentina y Brasil, países en los que cayeron los gobiernos de izquierda y donde la derecha que los reemplazó hizo un ajuste. “Mejor hacemos un ajuste primero y que después caiga el gobierno por los efectos que este tenga. Así, por lo menos, tiramos un par de meses más”, habría asegurado.

Dentro de la izquierda, la necesidad de reducir el gasto público es compartida por todos los sectores, pero no hay acuerdo sobre las áreas en las que se debería recortar. “Las medidas demagógicas como bajar las partidas para prensa y los viáticos de los funcionarios y legisladores ya se agotaron cuando asumió Tabaré [Vázquez]. Además, con tipos como Raúl Sendic, pueden terminar siendo contraproducentes, porque generalmente terminan escrachándose con alguna pelotudez”, reconoció un legislador oficialista. Un colega suyo explicó que se está manejando la posibilidad de reformar la Caja Militar. “No puede ser que el país tenga que gastar 300 millones de dólares para subvencionar las jubilaciones de los militares, cuando estamos hablando de mantener los enormes avances en materia de justicia social que se han obtenido en estos 11 años de gobierno. Nuestro plan consiste en reducir el presupuesto de la Caja Militar bajándole las jubilaciones a los soldados rasos, que sería la única manera de mantener las jubilaciones de los oficiales. Con esta medida estaríamos cumpliendo el doble objetivo de reducir el déficit y mantener intactas las escandalosas jubilaciones de los mandos militares”.