Los desencuentros entre la diputada e integrante del Grupo de Trabajo por Verdad y Justicia Macarena Gelman y la ex directora de la Secretaría de Derechos Humanos para el Pasado Reciente Isabel Wschebor continúan y ahora sacuden la interna del grupo frenteamplista Ir, al que ambas pertenecen. Vale repasar que en enero Wschebor le entregó su renuncia al prosecretario de Presidencia, Juan Andrés Roballo, ya que la superposición de tareas entre la Secretaría y el Grupo de Trabajo, junto a diferencias de criterio en el manejo de algunos documentos, “precipitaron los desencuentros”, según consignó el semanario Brecha en aquella ocasión. Según pudo saber la diaria, Wschebor hizo uso de su licencia reglamentaria y no volvió al cargo que ocupaba, que aún permanece vacante.
Pero la complicada situación se volvió pública el 20 de junio, cuando Gelman criticó a Wschebor en una entrevista con el periodista Daniel Castro en el programa *La mañana *de El Espectador. Consultada sobre la renuncia de la directora de la Secretaría, la diputada dijo que “hay momentos en los cuales la institucionalidad no puede adaptarse a las personas; las personas tienen que adaptarse a la institucionalidad”. “Estábamos en una etapa de revisión de esa institucionalidad y para el momento que estábamos atravesando quizá no era la persona que podía llevar adelante esa tarea en ese marco configurado”, agregó la integrante del Grupo de Trabajo por Verdad y Justicia.
El mismo día, Wschebor salió al cruce de las declaraciones de Gelman, pero no públicamente, sino enviando un correo electrónico a una lista interna de Ir, al que accedió la diaria. “Quisiera aclarar […] que ninguna de mis acciones como directora de la Secretaría en el año 2015 fueron desconociendo ningún tipo de institucionalidad. Los inventarios del archivo, así como las respuestas brindadas por parte de ese organismo, fueron realizadas mediante un protocolo, que fue elevado tanto al Grupo de Trabajo por Verdad y Justicia como a la Secretaría de Presidencia. Todos los informes elevados referían a informaciones existentes sobre detenidos desaparecidos o archivos que podrían solicitarse y, transcurridos seis meses de haber sido elevados y no tener una sola respuesta por parte de este grupo, en relación a cuál era el procedimiento a seguir, decidí apartarme del cargo, por considerar que no tenía utilidad permanecer en el mismo. Aclaro también que renuncié, no me cesaron”, escribió Wschebor. La ex directora de la Secretaría de Derechos Humanos para el Pasado Reciente calificó de “muy grave” que “se diga que un compañero con una responsabilidad pública no respeta la institucionalidad”, y agregó que en su caso, además, “no hay un solo procedimiento que no se haya hecho por vía de expediente y con aprobación de la Secretaría de Presidencia, que por decreto eran mis jerarcas en el organigrama administrativo”. “Todas las propuestas de mayor porte, que no implicaban solicitudes individuales de información, como por ejemplo solicitudes de fondos documentales ante otros organismos centrales o ministeriales, o informes de especial consistencia en relación a posibles sitios de enterramiento clandestino, quedaron en la bandeja de entrada del grupo de trabajo y sin ninguna respuesta”, expresó en el correo. Wschebor agregó que después acondicionaron un local como se les solicitó y diseñaron “un plan de digitalización” que por motivos que desconoce “no se ha puesto en marcha”. Finalmente escribió que “tal y como fue acordado en su momento”, no hizo “una sola declaración pública en relación a estos graves hechos” y que lo asumió “como un traslado de responsabilidades a este grupo de trabajo”, tal como lo expresó “amigablemente” en un correo anterior sobre el tema. “Se asumió la necesidad de cuidar a las personas involucradas en el hecho y al tema en cuestión, cosa que no se ve en absoluto reflejada en las declaraciones de Macarena. Preferiría que estos dichos se rectificaran, porque de lo contrario me veré obligada a hacerlo yo misma en caso de que me lo pregunten”, concluyó Wschebor.