China, el socio comercial más grande que tiene Uruguay, habilitará la compra de maíz, cebada, arándanos y sorgo, que se sumará a la de carne y soja, dijo ayer el subsecretario del Ministerio de Relaciones Exteriores, José Luis Cancela. Agregó que hay otros países que están en competencia y que tienen trato preferencial, como Australia y Nueva Zelanda, que tienen exoneraciones arancelarias importantes. Para el vicecanciller, es necesario que el Mercosur acceda a la liberalización del comercio con el país oriental, una de las políticas que Uruguay intentó impulsar en su presidencia pro témpore en el organismo.
El interés por un acuerdo de libre comercio se había planteado durante la visita del canciller Rodolfo Nin Novoa a China, pero el gobierno uruguayo prefiere que los países de la región encaren en barra: “Nosotros preferiríamos ir todos juntos; tenemos algunas dificultades, entre otras cosas porque Paraguay tiene relaciones diplomáticas con Taiwán, aunque eso nos parece que no sería un impedimento”, dijo Nin la semana pasada, cuando presentó el informe de su viaje al país. Está previsto que Tabaré Vázquez viaje en algún momento del año para encontrarse con el presidente Xi Jinping, dijo el canciller. Pero según informó el semanario Búsqueda la semana pasada, Argentina y Brasil mostraron reparos hacia un tratado con China, una situación que podría cambiar a raíz de la asunción de Mauricio Macri y Michel Temer, respectivamente.
Cancela adelantó que hay 20 convenios diplomáticos esperando la firma de ambos países, y que las autoridades chinas respaldan la propuesta de Uruguay para que Punta del Este sea la sede de la próxima cumbre China-América Latina y el Caribe, que está planificada para el año que viene. Para 2018, cuando las relaciones diplomáticas cumplan 30 años, se inaugurarán la escuela República Popular de China, en el barrio Casavalle, y el Instituto Confucio, “un espacio de divulgación educativa y cultural del país asiático”, según informó ayer el portal de Presidencia.