A seis meses de su fallecimiento, la comisión de fundadores y militantes de la CNT y el PIT-CNT homenajeó el viernes a Wladimir Turiansky, con la inauguración de una foto en la sala de reuniones donde se reúne cada semana ese colectivo, en la sede de la calle Jackson. La foto en cuestión la tomó Nicolás Celaya y salió publicada en la portada de la diaria el 4 de diciembre de 2015, el día después de la muerte del sindicalista.

Eduardo Platero, uno de los integrantes de la comisión, definió al sindicalista de AUTE (Agrupación de Funcionarios de UTE) como “un luchador”. “Pero el Ruso tenía una característica diferente: él luchaba y pensaba, luchaba y asimilaba, luchaba y enseñaba. Ese es un privilegio que sólo tienen unos pocos”, dijo. Platero agregó que la CNT “no fue un invento del cielo y no fue donación de ningún partido político ni de ningún gobierno. “Fue el resultado de 30 años de frustración del movimiento obrero, que quería unirse y no sabía cómo hacerlo”. En todo ese proceso, según Platero, el movimiento obrero uruguayo aprendió que la unidad implica “concesión, comprensión de las ideas del otro y la aceptación de que la gente es diferente”; además de “hacer fuerza por lo que nos une, y no por aquello que nos separa”. “Cuando nos dimos cuenta, nos unimos, casi como un hecho natural”, resumió. También recordó el papel que cumplió Turiansky en sus últimos años, incluso en la formación de la comisión de fundadores. “Nos agrupó y nos hizo sentirnos responsables por el destino del país y del movimiento sindical, y de todo el proceso de liberación nacional; tan responsables como cuando estábamos activos”, dijo.

Después habló el presidente de PIT-CNT, Fernando Pereira. “Al Ruso no lo recuerdo con tristeza, pero tengo claro que nos hace falta”, dijo. Pereira recordó que aquella generación de la CNT “dedicaba horas a conversar con los que recién arrancábamos”. “Ese es un valor enorme del movimiento sindical uruguayo: nadie mira al otro desde arriba, podrá tocarte ser presidente o secretario general de un sindicato, pero vas a seguir siendo un compañero que trata a los demás como iguales”, planteó. Pereira propuso recordar a Turiansky “con alegría”, a pesar de las “penurias y momentos difíciles que vivió, como tantos otros compañeros”. “Pero él no se quedaba en ese dolor, siempre lo vi proyectando futuro y construyendo presente”, comentó Pereira, que puso como ejemplo artículos que escribió Turiansky en estos últimos años, a partir de su preocupación por el TISA y por la inserción internacional de Uruguay.