El informe trimestral de cuentas nacionales del Banco Central del Uruguay confirmó que la economía continuó estancada en el primer trimestre de 2016, creciendo apenas a una tasa de 0,1% contra el último trimestre de 2015. Si el resultado se compara con el del primer trimestre del año anterior, la economía muestra una contracción de 0,5%, que se condice con el comportamiento de casi todos los sectores, con excepción de los de transporte, almacenamiento y comunicaciones, y del suministro de electricidad, gas y agua.
El impacto en los sectores
La actividad agropecuaria fue la más afectada: tuvo una caída de 4,8% debido a una menor producción de los cultivos de verano, a un descenso de la faena en frigoríficos y una contracción de la lechería. Por el contrario, la silvicultura, impulsada por la demanda de celulosa, mostró un buen desempeño.
También cayó la construcción, 4,7%, empujada en el sector público por la suspensión de las obras de instalación de la fibra óptica y de las obras llevadas a cabo por la Intendencia capitalina, y en el privado, por un descenso de la construcción de edificios, así como de las obras vinculadas a la generación de energía eólica.
En menor medida, pero con mayor impacto en la economía general, cayó la actividad comercial, debido a un menor consumo de productos importados, algo que se compensa, en parte, con el incremento de los servicios de restaurantes y hoteles, gracias a la mayor demanda de los turistas.
Se mantuvo estancado el crecimiento de las industrias manufactureras y el de otros servicios, como los de inmobiliarias, financieras, sociales, del gobierno general, de esparcimiento y personales. Por otra parte, creció el valor agregado del sector transportes, almacenamiento y comunicaciones (2,6%) -aunque a causa únicamente del aumento de las telecomunicaciones- y del suministro de electricidad, gas y agua (15,2%), debido a la mayor participación de fuentes renovables en la generación de energía eléctrica, lo que reduce los costos y genera un mayor valor agregado.
Como consecuencia de esta contracción generalizada, los impuestos percibidos por el Estado por la producción de estos sectores cayeron 1,1% respecto de igual período del año pasado.
Compra menos
Desde la perspectiva del gasto, la inversión se contrajo una cuarta parte en el primer trimestre respecto de los registros en igual período de 2015. La explicación se encuentra en la caída de los activos fijos, tanto del sector público (25,3%) como del privado (21,5%) y de la soja, así como de los stocks de petróleo.
Por otro lado, el consumo también se contrajo (0,6%), sobre todo en el caso de los hogares (0,8%), algo que fue contrarrestado en parte por el aumento del gobierno (1,3%).
En el frente externo aumentaron las exportaciones (1,8%) por mayores ventas al exterior de pulpa de celulosa y un aumento en el turismo receptivo -tanto de visitantes como de sus gastos-, mientras que cayeron las importaciones (17,4%) tanto de bienes como de servicios.