Uruguay convocó a una reunión del Consejo Mercado Común (CMC) para el sábado. Sin embargo, todavía no tiene certeza de que vayan a asistir todos los países del bloque. “Tenemos percepciones de que algunos países no van a venir”, dijo Nin Novoa el jueves en la Comisión de Asuntos Internacionales del Senado. De todos modos, aclaró que Uruguay “no se va a quedar con la Presidencia del Mercosur, salvo que Venezuela, de motu proprio, resolviera que no la quiere y el resto de los países dispusieran que siguiera nuestro país”. “Reitero que el día 30 Uruguay va a hacer el cierre final, el informe final, y va a entregar la presidencia”, enfatizó Nin, y puntualizó que lo único que se está negociando es “cómo se perfecciona el acto jurídico de ese día”.

Una fuente de la cancillería informó a la diaria que Paraguay, que en principio tenía intenciones de no concurrir, lo hará, pero se posicionará en contra del traspaso de la pro témpore a Venezuela. De Brasil aún no se tienen novedades. Argentina está “en una posición muy colaborativa y muy propositiva, y quiere buscarle una solución”, informó Nin el jueves en la comisión.

En ese ámbito, tanto el senador nacionalista Luis Lacalle Pou como el independiente Pablo Mieres expresaron su postura favorable a aplicarle la cláusula democrática a Venezuela. Lacalle Pou argumentó que “Venezuela no ha cumplido con algunos compromisos necesarios para ser socio pleno”. Mieres dijo que en ese país existe un “avasallamiento de la independencia de poderes”, proscripción de dirigentes políticos y desconocimiento de las decisiones de la Asamblea Nacional, donde tiene mayoría la oposición al gobierno de Nicolás Maduro.

La senadora frenteamplista Constanza Moreira consideró que Venezuela “no está en condiciones de ilegitimidad”, si bien opinó que existe violación de los derechos políticos y de los derechos humanos, pero apuntó que esto sucede también en otros países, como Colombia y México. Para la senadora debería aplicarse la cláusula democrática a Brasil, que padece un “quiebre democrático profundo”.

Nin admitió que “quizá en estos momentos pudiera ser inconveniente que hubiera un cambio en la presidencia”. Reiteró que, a su entender, Venezuela es una “democracia autoritaria”, y la comparó con el gobierno de Jorge Pacheco Areco, que “cerraba diarios” y “mataba estudiantes”. De todos modos, defendió los argumentos jurídicos para efectuar el traspaso. El vicecanciller José Luis Cancela argumentó que no se cumple con el requisito de “ruptura del orden democrático” previsto en el Protocolo de Ushuaia, y, por lo tanto, no se puede proceder a suspender a Venezuela.

Según planteó el canciller, la situación actual del bloque es “muy grave”. “No sé qué puede pasar con el resto de las presidencias en el futuro si ahora no se concede. El Mercosur puede tener serios problemas. No voy a hablar de las actitudes de los demás países, pero bastaría con que alguno dijera que no viene para no consolidar el acto jurídico de traspaso de la presidencia”, advirtió.

El imperialista que lleva dentro

En la cancillería uruguaya cayeron muy mal la visita del ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, José Serra, y el pedido de postergar el traspaso de la presidencia pro témpore del Mercosur hasta el 19 de agosto. Una fuente del ministerio informó a la diaria que en la reunión que mantuvieron Serra y Nin, el canciller brasileño planteó explícitamente al gobierno uruguayo que cediera en su posición sobre el traspaso, a cambio de realizar giras conjuntas a África y Asia junto a Brasil para “abrir mercados”. “Vinieron en una posición casi bananera a comprarnos, en una posición muy prepotente, y eso molestó mucho”, señaló la fuente.