El gobierno decretó el viernes la esencialidad de los servicios de la cocina del Hospital Pereira Rossell, a solicitud de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), ya que esa mañana los funcionarios nucleados en la Federación de Funcionarios de Salud Pública (FFSP) ocuparon el local. ASSE resolvió el despido de 11 trabajadores que habían excedido el límite de faltas no justificadas, pero según el gremio sólo tres de los 11 despidos eran justificados.
Tras la ocupación, ASSE solicitó al Poder Ejecutivo que se declarara la esencialidad, lo que se resolvió de tarde y por un plazo de 60 días. En el decreto se explica que de la cocina “depende la correcta alimentación de prácticamente la totalidad de los pacientes hospitalizados en el centro de salud”, quienes, “como es público y notorio”, son “en su mayoría” niños, y se añade que ASSE recibió cartas de nutricionistas en las que “se denuncian diferentes irregularidades derivadas del presente conflicto, las cuales en algún caso llegan hasta a agresiones personales, y que determinan que estos profesionales no puedan ejercer efectivamente el control de la nutrición de los enfermos”. Además, el decreto señala que se convocó el viernes a un “espacio de diálogo” entre ambas partes, que implicara dejar sin efecto la medida, pero no hubo respuesta positiva.