Desde ayer y hasta mañana se desarrolla en Montevideo la Conferencia Mundial sobre los derechos humanos de las personas lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales (LGBTI) titulada “No violencia, no discriminación e inclusión social”. A un mes de la matanza de Orlando, en la que una persona protagonizó un tiroteo en un boliche gay en el que asesinó a cerca de 50 personas e hirió a otras 50, el momento es “extremadamente oportuno” para ponerse a trabajar para que las personas LGBTI accedan al pleno goce de los derechos humanos. Así lo expresó ayer en la apertura de la conferencia Bert Koenders, ministro de Asuntos Exteriores de Holanda. Rodolfo Nin Novoa, ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay, se refirió a los crímenes de Orlando como “una expresión de las distintas formas de violencia, discriminación y marginación que tantas personas LGBTI sufren en el mundo y que tantas veces pueden pasar desapercibidas en nuestras sociedades”.

Nin Novoa y Koenders estamparon su firma ayer en un banner gigante que contenía los principios fundacionales de la Coalición por la Igualdad de Derechos; a su rúbrica le siguieron las de sus pares de Argentina, Alemania, Sudáfrica y Montenegro, y en el correr de estos días, y en adelante, se buscarán más adhesiones. Los principios manifiestan la “honda preocupación por los altos niveles de violencia y discriminación hacia las personas LGBTI”, un sentir que fue acompañado por el secretario general de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, y la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Samantha Power -que participaron con un mensaje grabado-, así como por Mauricio Coitiño, integrante de Ovejas Negras.

La coalición es una herramienta diplomática “de países del norte y del sur”, destacó Nin Novoa, que apunta a fortalecer la cooperación y coordinación en la promoción de los derechos humanos de las personas LGBTI, fomentar el diálogo en la temática entre los estados y también con la sociedad civil, a la que los estados “se comprometen a consultar en forma constante y estrecha”. La alianza con la sociedad civil fue resaltada por todos los oradores y, de hecho, la conferencia fue coorganizada por los gobiernos de Uruguay y Holanda junto con Ovejas Negras (Uruguay) y COC Netherlands. De acuerdo al texto informativo de la coalición, los países buscarán “terrenos en común” y llamarán la atención “de los países que no estén del todo familiarizados con este tópico”.

Koenders fue muy gráfico al reseñar la situación mundial. Expresó que la homosexualidad es ilegal en 75 países y tiene pena de muerte en siete estados; y para que nadie se quedara tranquilo pensando en males ajenos, recordó que la lucha contra la injusticia, la discriminación y la violencia concierne a toda la sociedad. Mencionó el caso de su país, donde la mitad de las personas jóvenes LGBTI alguna vez pensó en suicidarse. Indicó que la cifra es peor todavía para los jóvenes transexuales, entre los cuales uno de cinco intentó matarse, y 70% lo pensó al menos una vez. Comentó que no son sentimientos naturales, sino inculcados por la sociedad, producto de los tabúes y la intolerancia. El ministro holandés también reseñó avances en diferentes países, como Mozambique y Seychelles, que recientemente despenalizaron la homosexualidad, o Nepal, primer país asiático en proteger a las minorías sexuales y de género en su Constitución.

En concreto

En la apertura de la conferencia, Coitiño expresó: “En una época en que la violencia y el odio golpean de manera brutal a nuestras comunidades en todo el mundo, urge que esta conferencia produzca compromisos de acción concretos y realizables para las personas LGBTI en el mundo”.

La conferencia se articuló en cuatro ejes: cada uno es presidido por un país y una organización de la sociedad civil. Cada uno organizó un documento sobre el que se discutirá. El de Uruguay se titula “Inclusión LGBTI en la agenda 2030 para el desarrollo sostenible”; Holanda trabaja en torno a “Diplomacia regional internacional”; Estados Unidos lidera el grupo de “Coordinación de fondos” y Argentina el de “Legislación sobre orientación sexual e identidad de género y reducción del espacio de la sociedad civil”.

En diálogo con *la diaria, *Coitiño aseguró que “como sociedad civil estamos esperando tener compromisos en cada una de esas áreas”. Saludó la creación de la coalición que se suma a otras alianzas internacionales por el tema, como el grupo de Ginebra, el de Nueva York de la ONU y el grupo LGBTI de la Organización de los Estados Americanos.

En cuanto al tema de objetivos de desarrollo sustentable y LGBTI, que lidera Uruguay, dijo: “Queremos un compromiso en un proceso para elaborar un plan de acción claro”.

Recordó, también, la necesidad de trabajar en países como Uruguay y Argentina, “que están muy avanzados pero que todavía tienen huecos en la legislación y en las políticas”. Sobre Uruguay, concretamente, dijo que “tiene un hueco enorme entre sus compromisos legislativos y las políticas públicas que implementa”.

En cuanto a la financiación, señaló la necesidad de garantizar “la transparencia” y que “la preocupación es tener múltiples fuentes de financiación, que sean accesibles a la gente en el terreno que está trabajando y que además tengamos anualmente un mapa de qué plata va de quién a quién y qué impacto está teniendo realmente eso”. En el eje diplomacia lo central será el vínculo entre los sistemas regionales de derechos con el sistema internacional.

Entre el público estaba Florisvaldo Fier (conocido como Doctor Rosinha), alto representante general del Mercosur. En diálogo con la diaria mencionó que “a pesar de los varios acuerdos de respeto a los derechos humanos dentro del Mercosur y a pesar de los avances innegables que ocurrieron en varios países, la comunidad LGBTI todavía es víctima de muchos prejuicios”, no sólo en ámbitos legales, sino por ser víctimas de “agresión física, psicológica y moral”. Rosinha indicó que “todavía tenemos mucho por hacer dentro del Mercosur”, porque “algunos países están bastante atrás”, aunque prefirió no mencionarlos. Al ser consultado por Brasil, respondió que “se caracteriza ya hace bastante tiempo” por manifestaciones de “violencia contra las personas LGBTI, y en los últimos meses ha aumentado la violencia cotidiana”. Opinó que Brasil “tiene mucho en lo que avanzar, principalmente en el proceso de educación para la igualdad entre las personas, en la promoción del respeto al género y a la orientación sexual como política pública de Estado”.